Ledesma está comenzando los preparativos para la zafra 2020 en un contexto particular: la pandemia de coronavirus y el aniversario por sus 112 años. En ese marco, la cosecha de caña de azúcar será bajo estrictos protocolos de seguridad sanitaria para prevenir cualquier posible diseminación del virus. Además, la empresa continúa con donaciones de alcohol y azúcar para contribuir al control de la enfermedad y la crisis que conlleva en nuestra provincia.
Esta será una zafra diferente afirmó el jefe de responsabilidad social de la empresa, Vicente Amadeo. «Hay mucha expectativa en toda la región y en toda la provincia porque la gente sabe que es una reactivación importante de la economía regional de Jujuy. Con cada inicio de zafra, las ciudades de alrededor se reactivan, al igual que los comercios», relata.
Este año, señala, están enfocados en estrictos controles de procedimientos «para el inicio de una zafra distinta, en un contexto distinto, con la logística y organización que un gran complejo agroindustrial como el de Ledesma implica en esta reactivación para Jujuy».
El proceso de cosecha de la caña de azúcar involucra un gran movimiento tanto en el ingenio como en sus alrededores: personas, camiones, insumos, productos terminados entran y salen todo el tiempo del enorme complejo. En ese marco, dice Amadeo, «se trata de garantizar el cuidado, la salud y la seguridad de cada una de las personas que forman parte de esta zafra, no solo empleados directos sino toda la red de contratistas y la comunidad productiva asociada a la industria de la caña de azúcar».
Esto implica además, el cumplimiento estricto de un protocolo de bioseguridad en el que trabajan en conjunto el Ministerio de Producción, la Unión de Cañeros Independientes y todos los ingenios del norte del país. El protocolo es definido desde el Gobierno de Jujuy, con el aporte de las empresas para garantizar la salud de cada una de las personas que forma parte de la zafra.