Los legisladores, desde sus domicilios, insistían en conectarse para restablecer el vínculo virtual con el recinto, pero el lacónico mensaje que se repetía en sus pantallas, «error interno del servidor», no daba lugar a una segunda oportunidad.
«Desde el punto de vista de la presencia y el uso de la palabra de los diputados, estamos más que conformes (con el simulacro). No estamos conformes con el funcionamiento del sistema en cuanto a la votación», admitió Sergio Massa , presidente de la Cámara de Diputados, tras la fallida sesión de prueba. Forzado por las circunstancias, pero decidido a llevar adelante la sesión remota como dé lugar, Massa anticipó que se postergará hasta este sábado la realización de la primera sesión remota de la Cámara y que, en el ínterin, se capacitará a los diputados para su correcto ingreso en el sistema virtual.
«Si tenemos que enseñar una o diez veces a los diputados lo vamos a hacer», insistía Massa ante los periodistas. Para el presidente de la Cámara, todo se trata de un problema de capacitación de los legisladores que podrá solucionar en un par de días; para la oposición, sin embargo, el problema es estructural y tiene que ver con la conectividad del sistema.
«Aquí no hay un problema de capacitación, sino de infraestructura: el ancho de banda que posee la Cámara de Diputados es insuficiente para absorber la cantidad de personas que se quieren conectar al mismo tiempo», explicó el diputado radical Alejandro Cacace al salir del recinto. «Fue un problema de fierros, que no resistió la conectividad de todos al mismo tiempo y saturó el sistema de conectividad», diagnosticó, en un lenguaje más llano, la diputada radical Karina Banfi .
Un momento de confusión en la sesión virtual01:17
En la sesión piloto participaron 240 diputados, de los cuales la gran mayoría (más de doscientos) se contactaron de manera remota desde sus provincias. El resto, entre quienes se contaban los jefes de los bloques, asistió de manera presencial al debate. El tema elegido para debatir fue la ley Micaela, aprobada en 2018, que dispone la obligatoriedad de la capacitación en violencia de género a los funcionarios públicos de los tres poderes del Estado. Al principio no hubo mayores dificultades para la conexión; los problemas sobrevinieron después, cuando Massa convocó a realizar un simulacro de votación.
«No me puedo conectar, Presidente», clamaban varios diputados desde sus provincias. Algunos, como el presidente de la UCR, el diputado Alfredo Cornejo , nunca pudo ingresar en el sistema remoto de la Cámara.