Dilema acerca de cuántos pesos emitir desata una tormenta en el Gobierno

Hay tensión entre el presidente del Central que se resiste a emitir y el ministro Guzmán que demanda circulante. Economistas como Arriazu sostienen que por la crisis, esta vez la lluvia de pesos esquivaría el golpe inflacionario. Mientras tanto el Tesoro prepara un bono para colocar a los bancos.

Por Daniel Fernández Canedo – Las paredes de boiserie de la sala de directorio del Banco Central temblaron cuando la discusión llegó a los gritos. El tema: la emisión de pesos que deberá disponer el organismo para cubrir las necesidades del Tesoro.

En una batalla que se presenta entre el titular del Central, Miguel Pesce, que se resiste a emitir sin límite y Martín Guzmán y el resto de los  funcionarios del área económica que demandan circulante sin límites para atender las necesidades de la implosión de la actividad.

El tema alcanza al presidente Alberto Fernández que ve con buenos ojos el nivel de emisión actual atento a que la demanda de fondos para atender la crisis de salud y la atención de los sectores más necesitados justifican la «lluvia» de pesos.

En el caso del Presidente, su posición se consolidó a partir de que algunos economistas de prestigio, que están fuera del gobierno, como es el caso de Ricardo Arriazu, comenzaron a percibir que en esta oportunidad esa lluvia podría esquivar el golpe inflacionario.

El argumento se apoya en que la caída de la actividad, y el golpe al bolsillo que soporta la amplia mayoría de la población por política de aislamiento obligatorio, impediría un «shock» de demanda que dispare la inflación.

Leído desde otro ángulo: frente al empobrecimiento de un sector muy amplio de la sociedad, la ayuda estatal ( por caso otra vuelta del Ingreso Familiar de Emergencia de $10.000 para monotributistas y trabajadores en negro) podría destinarse casi en su totalidad a alimentos y productos de primera necesidad.

Cómo en política un botón vale de muestra, Alberto Fernández suspiró aliviado con los pronósticos inflacionarios para abril que indican que el aumento del costo de vida rondaría 2%, más de un un punto por debajo del 3,3% de marzo que generó muchos dolores de cabeza.

Pero si bien el resultado de la inflación del mes sería aceptable, la suba de los dólares libres no lo son.

En el mes, el Central continuó con la micro devaluación del peso en el mercado oficial de cambios. El dólar mayorista, que es con el que operan exportaciones e importaciones, estaba el 28 de abril a $66,63 con una suba de 3,6% desde el 30 de marzo.

En el mismo período el dolar «contado con liquidación»(CCL) había subido 36,4% y cotizaba a $118,5. El blue o paralelo, por subió 43% para ubicarse en $120.