Empresas Polar, la mayor fabricante de alimentos de Venezuela, alertó este sábado sobre el riesgo de abastecimiento de la red comercial privada y pública que atiende la corporación ante el incremento de los controles y las limitaciones impuestas a la distribución de sus productos.
La decisión del régimen chavista de endurecer los controles de precios en un intento por frenar la galopante inflación, que ha desatado en los últimos días un creciente malestar social que se ha manifestado en algunas protestas y saqueos de comercios. Sin embargo, generó una dura reacción del presidente del conglomerado, Lorenzo Mendoza, quien consideró como “arbitrarias” las medidas aplicadas a Alimentos Polar, una de las empresas del grupo.
Mendoza condenó en un comunicado la venta supervisada de todos los productos que se inició el viernes en una de las fábricas de Alimentos Polar en el centro del país, y las limitaciones que se impusieron a la distribución luego del bloqueo de unos códigos.
“No hay ninguna razón ni justificación para esta medida arbitraria”, dijo el directivo, y advirtió en el escrito que esa acción “atenta contra el abastecimiento de toda la red comercial privada y pública” que atiende la empresa, y que lejos de ayudar a la tranquilidad del país “genera angustia y zozobra”.
Tras reconocer que la pandemia del coronavirus complicó la situación económica crítica de Venezuela, Mendoza exhortó al gobierno al buscar un entendimiento para aumentar la producción y garantizar la seguridad alimentaria de los venezolanos.
Las fricciones entre Empresas Polar y el régimen ocurren en medio de un complejo contexto debido a la paralización económica generada por efecto de la cuarentena, vigente desde mediados de marzo, y la severa escasez de combustible que enfrenta el país petrolero que ha limitado la movilidad de muchos empleados y la distribución de productos.