Alertan por la ley seca, caída del consumo y vinotecas cerradas

 

Las bodegas hablan de una tormenta perfecta. La combinación de consumo en baja, vinotecas cerradas, ley seca en varias ciudades precios congelados pone en peligro la supervivencia de las empresas y la continuidad de miles de puestos de trabajo, según denunció Bodegas de Argentina, la cámara que reúne a las principales compañías del sector.

La entidad gremial reclama un paquete de medidas puntuales para que el sector pueda sobrellevar la crisis y «mantener la actividad en un nivel mínimo de subsistencia», según precisó en un comunicado

La lista de amenazas para la industria está encabezada por la prohibición a la venta de alcohol que comenzaron a aplicar algunos municipios en el interior del país – la movida comenzó en algunas pequeñas localidades de Santiago del Estero- y que a medida que se fue prorrogando la cuarentena se extendió a más de 50 ciudades e incluso llegó a La Rioja, que se convirtió en la primera provincia en aplicar esta «ley seca».

 

» Estamos ante una tormenta perfecta. Afuera muchas de las exportaciones están suspendidas y en el mercado interno se nos cayeron muchos clientes como los restaurantes, los cruceros. Y ahora se suma la prohibición para la venta de alcohol en más de 50 municipios de todo el país», advirtió Patricia Ortiz, dueña de la bodega Tapiz y presidenta de Bodegas de Argentina. » Se trata de una medida claramente inconstitucional y que estamos viendo con mucha preocupación que se está replicando en muchos municipios de todo el país, incluyendo en una provincia productora de vino como La Rioja», agregó Ortiz.

En el sector también están reclamando la reapertura de las 5000 vinotecas que operan a nivel nacional. «En el interior las vinotecas son negocios más amplios que venden fiambres, alimentos gourmet, con lo cual no queda claro si podríamos seguir funcionando al caer dentro de la categoría de ‘rubros esenciales’. Hoy está dejado a la interpretación de los inspectores de cada municipio y no existe una bajada de línea nacional», señaló Sergio Cerro, dueño de la cadena de locales La Bodega y presidente de la Cámara Argentina de Vinotecas y Afines (CAVA).

Cerro destaca que las vinotecas cumplen un papel clave para las pequeñas bodegas y productores de alimentos a las que les cuesta entrar en las grandes cadenas de supermercados. «El cierre de las vinotecas va a impactar no solo en el negocio del vino sino también en pymes de alimentos y productores de chocolates, fiambres, encurtidos y aceites de oliva, que juegan un papel fundamental en las economías regionales de muchas provincias», señaló.

La lista de medidas que reclama la industria del vino también incluye el descongelamiento de los precios de los vinos embotellados y la suspensión de algunas contribuciones obligatorias.

«Proponemos que queden congelados los precios de los vinos de mesa, que hacen al 45% del total del vino comercializado en la Argentina, que son los mayoritariamente consumidos por la clase baja y media baja. El precio del vino como insumo de producción se disparó recientemente por una menor cosecha de uva, y lamentablemente las bodegas no tuvieron tiempo suficiente para trasladar estos nuevos costos a precios», explican en Bodegas de Argentina.

En el caso de las contribuciones obligatorias, la mira está puesta en la contribución obligatoria que pagan las bodegas a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). «Siendo que una parte importante de los recursos aportados a la Coviar no van a la promoción del vino (el propósito original para lo cual se creó), creemos que hoy es mejor habilitar a las bodegas a suspender voluntariamente la contribución para destinar dichos recursos a necesidades más urgentes como preservar las fuentes de empleo y disponer de recursos para capital de trabajo», explicaron en la entidad.

El mal momento que sufre la industria se refleja en las estudios de mercado. Las bodegas y la categoría bebidas alcohólicas en general vieron pasar prácticamente desde afuera el boom de ventas que vivieron los supermercados en las últimas semanas. Según el relevamiento de la consultora Scenia, las grandes cadenas cerraron marzo con un salto del 16,2% en las ventas de los productos de la canasta básica, pero la reactivación no llegó a la categoría bebidas que sufrieron una caída de la demanda del 4,7 por ciento.

«La crisis nos llegó recién terminando la vendimia, con mucho vino y necesidades de financiamiento, y hoy estamos con casi todos los ingresos cortados. Y el impacto no es solamente para las bodegas. En provincias como San Juan el vino tiene un efecto dinamizador de toda la economía , que pasa por los empleados de las bodegas, las fincas y los talleres», señaló Mario Pulenta, dueño de la bodega Augusto Pulenta y presidente de la Cámara de Bodegueros de San Juan