El ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, dio a conocer ayer un nuevo balance de casos confirmados y muertos por coronavirus en el país. Informó sobre 392 nuevos contagios y 10 fallecidos en las últimas 24 horas. El total llegó a 7.917 infectados y 92 decesos desde el comienzo de la pandemia.
El funcionario de la Administración Piñera informó también que hasta el momento hay 2.646 personas recuperadas.
Mañalich sostuvo que hubo 10 nuevos fallecidos en solo 24 horas: se trata de la cifra diaria más alta registrada en el país. También expresó que 379 pacientes se encentran en unidades de cuidados intensivos, de los que 323 están actualmente conectados a un respirador.
El ministro también anunció que el cierre de fronteras se extendió por una semana más. La medida se prolonga así hasta el próximo 22 de abril.
En tanto, el 79 % de los chilenos desaprueba el levantamiento de cuarentenas que se lleva a cabo a partir de este lunes en varios barrios de la capital, una medida tomada por el Gobierno a pesar de haber casi 8.000 casos de coronavirus en el país, según reveló este lunes la consultora Cadem.
A partir del lunes, seis barrios de Santiago de Chile que llevan más de dos semanas en cuarentena, y que fueron, tras la llegada del virus al país austral, los principales focos de contagio, estarán libres de restricciones para circular por las calles aunque con los comercios no esenciales cerrados.
El Gobierno ha optado por un modelo de cuarentenas dinámico donde, en función de los datos epidemiológicos, se impone esta medida o se levanta, descartando decretar confinamiento obligatorio a nivel nacional, medida tomada en varios países de la región.
Además, un 63 % de los encuestados tampoco se mostró de acuerdo con las medidas del plan económico anunciadas por el presidente del país, Sebastián Piñera, para tratar de paliar los efectos negativos de la pandemia en la actividad económica.
El pasado 19 de marzo, el Ejecutivo anunció ayudas económicas por el valor de 11.750 millones de dólares para enfrentar la crisis del coronavirus, que comprenden la inyección de liquidez a las empresas, un complemento a los ingresos de las personas más afectadas o un bono para las familias más vulnerables.
Según el sondeo, un 20 % de los encuestados afirmó que se beneficiará de este bono, el 23 % de la postergación del pago del IVA, y el 25 % del retraso en el pago de un crédito de consumo.
El 68 % de los encuestados se mostró “muy o bastante preocupado” de contagiarse, 47 puntos más en comparación con la primera semana de marzo, y el 55 % está bastante o muy preocupado de perder su empleo.
El país austral se encuentra en estado de excepción por catástrofe desde el pasado 18 de marzo, dos semanas después de confirmarse el primer contagio por SARS-CoV-2, con toque de queda desde las 22.00 horas hasta las 05.00 horas del día siguiente en todo el territorio.