UCR pide dinamitar aportes sindicales por 6 meses

En medio de la “ayuda” de algunos gremios al Gobierno para combatir la pandemia del coronavirus -en muchos casos, a cambio de un millonario jolgorio de fondos-, legisladores del radicalismo presentaron en ambas cámaras del Congreso un proyecto para eximir a trabajadores del aporte “solidario” sindical por seis meses.

“Aplicando los mismos criterios que llevaron al Ejecutivo a reducir y/o suspender aportes y contribuciones en algunas actividades afectadas por la emergencia sanitaria, con el consecuente impacto fiscal, entendemos necesario y oportuno extender aquel esfuerzo a quienes representan los derechos de los trabajadores afiliados, como son los sindicatos con personería gremial”, aseguró la senadora Pamela Verasay.

Según la legisladora mendocina -en Diputados lo impulsó su comprovinciano Federico Zamarbide, entre otros-, el proyecto se basa en la “emergencia” que “impone, como elemental prioridad, conservar los puestos de trabajos de aquellos mismos trabajadores”. Sin embargo, la iniciativa va más allá y también propone activar un “tope” al aporte solidario en cuestión, que será de una cuota anual que no podrá superar el 0,5% del salario bruto del trabajador del mes en el que se deba cumplir con dicha obligación.

Desde el radicalismo deslizaron que “actualmente, el aporte que hacen los empleados de comercio, por ejemplo, es del 2,5% del salario bruto mensual y, en el caso de los camioneros, el aporte que realizan los empleados escala al 3% sobre el total de las remuneraciones que perciben sus afiliados”. En otro tramo del proyecto, se establece la eliminación del artículo 38 de Asociaciones Sindicales, que impone a los empleadores como agente de retención de los importes que los trabajadores destinan a gremios.

El bloque de senadores del Frente de Todos realizó en la tarde de ayer una videoconferencia para reactivar la agenda de la Cámara alta. Hoy habrá una exposición del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en la comisión homónima que comanda el legislador oficialista Daniel Lovera, de extracción sindical.

La preocupación de la oposición por la situación laboral en el corto y mediano plazo -tienen más de 110 preguntas realizadas a Moroni- excede el color político y en el kirchnerismo se relataron situaciones complejas alejadas de centros urbanos, donde la informalidad supera el 70%. “Allí no llegará nunca la ayuda”, manifestaron a Ámbito Financiero desde el Frente de Todos. Algo similar insinuaron días atrás desde el oficialismo, pero en Diputados.

Como si fuera poco, en la videoconferencia se dejó claro que en muchos distritos y municipios ya se dan fuertes discusiones sobre cómo implementará el Gobierno el regreso a la actividad. “Va a ser muy largo todo esto. El panorama se puede llegar a tensar y algunos de los nuestros ya están muy nerviosos”, sostuvo un legislador.

Donde casi hubo unanimidad fue en el direccionamiento de enojos -sutiles, en su mayoría; otros, no tanto-hacia el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, con respecto a la carrera entre el legislador kirchnerista y los macristas en Diputados para ver quién propone una mayor baja en los sueldos del Congreso.

Por otra parte, en la bancada de senadores K reiteraron la imposibilidad de sesionar y ya buscan la forma de coordinar con la oposición una videoconferencia con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Diputados también pelea por el otrora silencioso funcionario, quien aprovecha resbalones de ministros para levantar, de a poco, su perfil. En la Cámara baja, en tanto, el PRO presentó anoche un combo de medidas para bajar impuestos a monotributistas y autónomos; devolución del impuesto “PAIS” a quienes estén varados en el exterior; y reducción de salarios en tres poderes del Estado, entre otros puntos.