Furia en Olivos con Palazzo: «Abran los bancos»

 

El presidente estalló viendo los amontonamientos y colas interminables de jubilados en la puerta de los bancos. Ordenó que abran el fin de semana.

 

Alberto Fernández estalló este viernes al ver en las pantallas de Olivos que la entrada de los bancos se desbordaba de jubilados desesperados por cobrar sus jubilaciones, haciendo estallar por el aire todos los esfuerzos de la cuarentena y para peor: en la franja etaria más vulnerable al Coronavirus.

Fuentes al tanto de la situación confirmaron  que fue la primera vez que en Olivos se sintió que la crisis se les escapaba de las manos. Fue una desastre anunciado,  ya la semana pasada hubo una muestra de lo que se venía y el Gobierno se enredó en reproches cruzados entre el Banco Central, el Banco Nación y la Anses. Tuvieron casi una semana para planificar un mejor operativo de pago, para comunicarlo mejor, y por alguna razón no se hizo.

 

Con la crisis estallando en los monitores, Alberto recordó que en su momento se le pidió al líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, que abra los bancos durante la cuarentena -como hizo España- y supuestamente el sindicalista se negó. De hecho, los bancos afirman que querían abrir todos los días como hacen las farmacias y fue el sindicalista quien se negó. En La Bancaria niegan que ellos hayan rechazado la opción de abrir los bancos, pero el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, respaldó la versión de los bancos.

Las imágenes de este viernes fueron escalofriantes: miles de ancianos haciendo colas que en el Conurbano llegaron a las seis cuadras, sin guardar las distancias mínimas y en muchos casos agolpándose en las entradas del banco. Los especialistas sostienen que el cajero automático con este uso masivo se convierte en un formidable dispositivo de contagio, más peligroso que tener todas las sucursales abiertas para atender por cajas.

Indignado, mientras miraba las imágenes, Alberto pidió que les orden a los bancos abrir este fin de semana. Rápidamente el BCRA y el gremio cumplieron la orden, pero el desastre ya estaba hecho y la gente no se movió de los bancos.

Además de atender a los jubilados y beneficiarios de planes que no tienen tarjeta de debido, la idea de abrir los bancos era evitar que se repitiera lo del viernes pasado, cuando los cajeros estallaron porque se juntaron varios pagos en un sólo día. LPO contó que ese caos había generado cruces en el Gobierno y reparto de culpas. Pero lo que nadie puede explicar y no se logra entender es cómo volvió a pasar lo mismo apenas unos días después.

Este viernes tenían que cobrar los jubilados sin tarjeta de débito que no habían recibido sus salarios de marzo, los que reciben pensiones no contributivas, los seguros de desempleo y se sumó el pago del Ingreso Familiar de Emergencia a los beneficiarios de la AUH y asignación por embarazo con documentos terminados en 0, 1, 2 y 3. Además, muchas personas fueron a buscar sus tarjetas de débito y otras tantas fueron creyendo que cobrarían sus jubilaciones de abril.

«Si hubo un error fue la acumulación de los beneficiarios», dijeron desde un banco a este medio. Más directo fue el propio Palazzo que apuntó a la Anses por «es el que determina cómo se paga» y advirtió que pasará lo mismo con el pago de los 10 mil pesos a monotributistas y beneficiarios de planes. En la Anses responsabilizan al Banco Central y a su titular, Miguel Pesce. En definitiva, las mismas internas que estallaron hace una semana y que lejos de solucionarse terminaron agravando el problema.