El Comité Capital de la UCR conmemora el pase a la inmortalidad de Raúl Alfonsín

“SOMOS LA VIDA, SOMOS LA PAZ”

Hay muchos políticos, hubo varios presidentes, tuvimos recordados dirigentes, pero muy pocos, diríamos escasos hombres, que pueden ser llamados  ESTADISTAS.  Raúl Alfonsín es el único estadista de los últimos 50 años, fue el piloto de tormentas que se atrevió a atravesar los negros nubarrones que se cernían sobre nuestra querida Argentina tras el regreso a la democracia. Raúl Alfonsín es indiscutido entre correligionarios y admirado entre los que profesan otras ideas
políticas.

Es un caso único en nuestro país, ya que es un gobernante y político cuya figura se engrandece día a día y tiene más reconocimientos, entendiendo a la distancia lo que tuvo que hacer y
enfrentar para que hoy, todos nosotros, podamos vivir en democracia y libertad.

El Preámbulo que Alfonsín recitaba al cierre de cada acto durante la campaña de 1983, tras la cual fuera electo presidente, fue su plataforma de gobierno y la llevo a cabo durante los años en los que condujo los destinos de nuestra República. La defensa a ultranza de los Derechos Humanos, lejos de ser un slogan o un relato, fue llevado absolutamente como bandera durante su gobierno, ya que mientras otros abogaban por amnistía u olvido, los Juicios a las Juntas son algo palpable y tremendamente señero e histórico en el mundo.

Hoy más que nunca debemos seguir su ejemplo, recordar que los principios de la Unión Cívica Radical están más vivos que nunca y que solo entendiendo la política así, podremos crecer como país. Hay un solo camino, la democracia, pero con tolerancia y respeto absoluto a las leyes e instituciones, ningún hombre o mujer está por sobre ellas, esa democracia es con la que se come, se educa y se cura, pero imbuida del concepto de igualdad.

El mismo padre de la democracia exaltaba la política pero no como el arte de lo posible, sino de lo imposible también, no debe haber utopía por la que no valga la pena luchar y esa lucha debe ser convicción de todos, entendiendo que no hay enemigos ni grieta, sino argentinos que
conviven en fraternidad.

Raúl nos decía “Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática“.

A 11 años de su partida, el 31 de marzo de 2009, lo recordamos con profunda admiración, respeto y cariño, y con el compromiso de mantener vivo su legado.