Finalizó el juicio y se dictó sentencia contra Julio Gustavo Bravo, ex efectivo de la Policía Federal que el 7 de julio del 2017 le disparó en la cabeza a Sergio Moisés Lima Giménez, miembro de la Policía de la Provincia. Lima Giménez, de 29 años, se encuentra al día de hoy postrado en una cama en estado vegetativo tras este ataque.
Julio Gustavo Bravo fue condenado a 16 años por «homicidio calificado por alevosía por la condición de la víctima y por la calidad del autor en grado de tentativa en concurso real, abuso de arma de fuego y atentado agravado a la autoridad con uso de arma y por la calidad de funcionario del autor y lesiones calificadas por la condición de funcionario público del autor».
La fiscalía y la querella habían solicitado una pena de 22 años de prisión, pena meritada por el tribunal que consideró otorgar una condena de 16 años, la cual será apelada por la querella en razón de considerar que la misma no se compadece con el violento accionar del autor material del hecho. En la misma resolución, cabe destacar, que Bravo fue absuelto por las lesiones provocadas a Nicolás Soto Calisaya por el beneficio de la duda.