Por un impuesto, la nafta de YPF sube entre 13 y 15 centavos

Desde el domingo, el precio de la nafta súper de YPF aumentó 13 centavos por litro y la premium, 15 centavos, lo que significa un incremento mínimo de 0,24%. A diferencia de otras veces, no hubo un anuncio oficial y en la petrolera explicaron que no fue una suba, "sino un traslado de la actualización del impuesto al dióxido de carbono (IDC)".

El resto de las petroleras, Axion, Raízen (a cargo de las estaciones de servicio Shell) y Puma Energy, se enteraron del incremento de YPF hoy y, por lo tanto, todavía no aplicaron el traslado, aunque se espera que lo hagan en las próximas horas.

El alza de YPF se da en un contexto de congelamiento de tarifas de servicios públicos, que ayer celebró el presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones en el Congreso. En diciembre, la petrolera con control estatal había comunicado una suba de precios de combustibles del 5%, pero el mismo Presidente frenó el incremento.

La petrolera con control estatal tiene el 65% del mercado de despacho de combustible. Esta participación le permite dominar las fluctuaciones de precios, ya que, si YPF no aumenta, ninguna lo hace para no alejarse de los valores del mercado, sobre todo en un contexto de crisis y caída de la demanda.

Las empresas sabían desde el viernes que se incrementaba el impuesto al CO2, cuando AFIP comunicó el nuevo valor fijo del gravamen en un comunicado. Sin embargo, esperaron a ver qué movimiento haría YPF: si absorbía el incremento o lo trasladaba. Finalmente, la petrolera aumentó sus precios sin anuncio oficial, tal como adelantó El Cronista.

El alza de YPF ocurrió el mismo día que el Gobierno publicó en Boletín Oficial una postergación del aumento del Impuesto a los Combustibles (ICL), que debería haber aumentado el primer día del mes, pero el Ministerio de Desarrollo Productivo lo pospuso nuevamente, tras hacerlo en enero y febrero pasado.

Este tributo, que debería actualizarse en forma trimestral cada enero, abril, julio y octubre en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC), tiene mayor incidencia en el precio del surtidor. Desde el año pasado, con la anterior gestión, tiene un atraso importante.

En general, por cada litro de nafta súper, que tiene un valor promedio de $56,71, el ICL representan $10,35 (18,3% del total), mientras que el IDC apenas alcanza los 87 centavos (1,5%). El precio del crudo en el valor final de la nafta es $21,27 (37,5%), mientras que los costos de refinación, comercialización, logística y rentabilidad es del $14,93 (26,3%). El resto es IVA ($7,83), Ingresos Brutos ($1,46) e impuestos municipales.

El último aumento de combustibles había sido el primero de diciembre pasado, cuando las estaciones de servicio incrementaron sus valores 6%. En ese entonces, el valor del barril internacional del petróleo -la cotización Brent que se toma de referencia en la industria local- era de US$62.

En estas últimas semanas, con la expansión del Coronavirus, el valor del Brent llegó a caer a US$51,14 por la expectativa de una desaceleración de la economía mundial. Ayer, el valor tuvo un rebote y cerró a US$52,85, casi 10 dólares por debajo del valor de principios de diciembre. Con esta cotización, el valor de las naftas está en paridad con el internacional. Sin embargo, hubo momentos en los meses pasados que la brecha entre ambos valores llegó a ser del 15%. Esta diferencia de precios se verá en el balance anual de 2019 que presentará YPF pasado mañana, donde se espera que los resultados «sean muy malos», como admitieron en la petrolera. El mayor ingreso de la compañía es el despacho de combustible en estaciones de servicios. Con un 65% de la participación, YPF fue la que mayor se vio afectada con el congelamiento de precios que decretó el gobierno anterior por 90 días.

La petrolera además se vio afectada por la disparada del riesgo país, que dejó a la empresa sin acceso al crédito. Esto tiene un impacto muy grande en una industria que es capital intensiva.