En anuncio lo hizo la semana pasada, en París, la CEO de la compañía, Christel Bories, cuando presentó los últimos balances de la empresa. «El contexto en Argentina y el clima económico en el mundo en general no nos permiten en este momento lanzar con serenidad este proyecto», dijo, según informó la agencia Reuters.
Boris había estado reunida con Alberto Fernández, en un encuentro a solas, cuando el presidente argentino visitó Francia, a principios de este mes. «No se había hecho público hasta ahora, pero ya veníamos informado sobre este paro de las actividades a todas las autoridades desde diciembre de 2019 y Boris se lo indicó al presidente Fernández, y le explicó que se debía a que no podíamos lograr el financiamiento [necesario para avanzar con el proyecto], cuando se encontraron en París», declaró una fuente de la compañía.
En la Casa Rosada dijeron que son plenamente conscientes de la situación y que la empresa sabe que Fernández está preocupado por resolver la cuestión. Según informó a LA NACION un alto funcionario del Gobierno, el caso puntual de Eramet fue uno de los temas que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, le planteó a Fernández en su encuentro del 5 de febrero en París. «Lo primero que hizo Macron fue presentarle la situación de algunas empresas francesas en la Argentina y una de las empresas por las que pidió fue Eramet», dijo el funcionario.
Cuando la compañía hizo pública su decisión de congelar el proyecto en la Argentina, Boris informó que fueron factores determinantes los actuales controles de cambio decididos recientemente y la incertidumbre en torno a las negociaciones del gobierno con el FMI.
La mutinacional espera que las autoridades argentinas modifiquen la legislación y la exceptúen del régimen actual del control de cambios.
En el Gobierno confirmaron que están trabajando en un proyecto de ley en este sentido. La flexibilización del cepo fue uno de los principales reclamos que Alberto Fernández recogió en su gira europea. Desde entonces, la Casa Rosada trabaja en un proyecto de ley que genere un marco jurídico diferenciado para algunas actividades como la minería, la industria petrolera y Vaca Muerta. El encargado de la redacción del proyecto es el ministro de Economía, Martín Guzmán.
La semana próxima estarán en la Argentina dos directores franceses de Eramet. Tiene agendadas dos reuniones: una con funcionarios del Ministerio de Economía y otra con el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello.
La planta de Salta
El proyecto para la explotación del salar Centenario-Ratones, en Salta, fue presentado por Eramet, a principios del año pasado, como un nuevo territorio de desarrollo para una transición energética. La compañía lleva invertidos 140 millones de dólares y tenía 60 millones más comprometidos. Necesita financiamiento para otros 400 millones, informó una fuente de la empresa.
La planta piloto de Eramet está instalada a 3.800 metros de altura y tiene a unas 140 personas trabajando, casi todas argentinas. Por ahora, no planea desvinculaciones, afirmó esta fuente. De los contratados, unos 60 son ingenieros especializados, detalló.
En su plan original, según los documentos publicados por la firma, Eramet tenía previsto tomar a 700 personas para la construcción de la planta y, después, a 300 operarios que llevaran adelante la explotación.
«Un innovador proceso de extracción», anunció la multinacional, para obtener el litio «indispensable para la fabricación de teléfonos inteligentes y automóviles eléctricos». Según la compañía se trata de un el metal que ya «es muy buscado y lo será aún más en las próximas décadas».
«Fueron necesarios dos años de exploración mineral antes de que nuestros equipos descubrieran en 2012 el ‘salar’ (desierto de sal) de Centenario-Ratones. Después de obtener los derechos de concesión y minería en 2014, la licencia de explotación se otorgó en 2019, luego de la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental y Social», retala en su página web Eramet, que tiene presencia en 20 países.
«Suspendimos las actividades y construcciones sobre el sitio -explicó ahora un miembro de la compañía-. Continuamos con las actividades de ingeniería, con todo lo que estaba ya contratado.»
Las operaciones de ese centro piloto, siempre según Eramet, «confirmaron un rendimiento de cerca del 90 por ciento» con este nuevo método de extracción, lo que a juicio de la empresa, que el año pasado sufrió pérdidas a nivel global, es un «enorme rendimiento».