El papa Francisco confirmó que no participará en el retiro de Cuaresma

El líder católico tosió varias veces durante el rezo del Angelus en la Plaza San Pedro y explicó que “por un resfriado” no participará del evento de cinco días en Ariccia, al sur de Roma.

El papa Francisco reapareció este domingo en público para el rezo del Angelus en la Plaza San Pedro, pero se mostró todavía afectado por el resfrío que sufre y confirmó que no participará del retiro de Cuaresma.

La tos interrumpió en al menos dos ocasiones el tradicional rezo dominical, aunque rápidamente la transmisión del Vaticano cambiaba de toma y pasaba a mostrar al público presente. Además, se notó la voz afectada del líder católico, quien canceló varias actividades en los últimos días.

“Desgraciadamente, un resfriado me obliga a no participar este año (en el retiro de la Cuaresma). Seguiré desde aquí las meditaciones. Me uno espiritualmente a la Curia y a todas las personas que están viviendo momentos de rezo, haciendo los ejercicios espirituales en casa”, declaró Francisco tras la oración, desde la ventana del palacio apostólico.

El pontífice, que nunca había cancelado tantas audiencias oficiales o compromisos en sus siete años de papado, había aparecido por última vez en público durante la misa del Miércoles de Ceniza, el 26 de febrero, cuando fue visto tosiendo y sonándose la nariz. Al día siguiente canceló una misa en Roma con otros sacerdotes, y el viernes no acudió a una audiencia con los asistentes a una conferencia sobre inteligencia artificial.

Fuentes del Vaticano informaron el sábado, de todas formas, que Francisco se encuentra muy bien de salud y de ánimo reponiéndose del resfrío que padece por haber participado el miércoles al aire libre en una misa. Esa actividad debía realizarse en el aula Paulo VI pero finalmente se llevó a cabo a la intemperie.

Desde la Santa Sede, además, descartaron las versiones de coronavirus o de una afección pulmonar más allá del resfrío. Es que su ausencia coincide con momentos de alarma en Italia por el brote, y luego de que besara cabezas y tocara rostros y manos de los fieles en la Plaza de San Pedro.