Una familia tipo, conformada por dos adultos y dos niños, necesitó en enero $40.373 para no caer bajo la línea de pobreza y $16.479 para poder comprar los alimentos básicos y no entrar dentro del registro de indigencia, según publicó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La canasta básica alimentaria (CBA), que se utiliza como límite para marcar la indigencia, registró una suba de 5,7% en la comparación con diciembre pasado y de 55,8% en relación con enero de 2019. Por otro lado la canasta básica total (CBT), que traza la frontera con la pobreza, aumentó 3,6% en el mes y 52,7% de manera interanual.
Los precios de las canastas aumentaron muy por encima de la inflación mensual de enero, que fue del 2,3%, pero estuvieron más cerca de la medición interanual, que marcó 52,9%.
La canasta básica alimentaria (CBA) se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Con esa referencia, se determina un porcentaje de necesidades alimentarias según sexo y edad de los miembros de la familia.
Los alimentos y las cantidades que la conforman se toman en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo). La canasta básica total (CBT) agrega el costo de algunos servicios básico.