Una desagradable sorpresa se llevaron los propietarios de un depósito de comestibles ubicado en calle Alem del barrio Gorriti en la mañana del miércoles.
Al arribar al inmueble cerca de las 8 se encontraron con el portón abierto y todas las oficinas revueltas, además del faltante de varias computadoras, dinero en efectivo y una utilitaria Fiat Fiorino, que fue encontrada posteriormente.
Fuentes policiales informaron que del hecho habrían participado varias personas de acuerdo a las huellas digitales levantadas en el lugar.
La denuncia fue radicada en la Seccional 2º y posteriormente los propietarios realizaron una ampliación en la Brigada de Investigaciones que se hizo cargo del caso a través de la División Criminalística.
Los malvivientes habrían ingresado por el frente del depósito escalando una pared y en el interior aprovechando que el local no cuenta con alarma rompieron el vidrio de una ventana y luego de abrir la misma ingresaron a la primera de las oficinas.
«Conocerían el lugar»
Extraoficialmente trascendió que los delincuentes podrían tener conocimiento de los movimientos del lugar, en virtud de que revisaron minuciosamente los lugares donde se podrían encontrar los objetos de valor.
Como consecuencia de las tareas investigativas llevadas a cabo por los detectives de Criminalística no informaron la suma de dinero que se llevaron los ladrones, pero se trataría de una suma significativa.
En el lugar había dos rodados, una Chevrolet Meriva y una VW Amarok de las cuales solamente se llevaron las llaves de contactos que estaban en uno de los cajones de un escritorio. El robo y destrozo en mobiliario y en una ventana y dos puertas de acceso al sector de la administración darían cuenta de la violencia del hecho.