El presidente Alberto Fernández aseguró que el objetivo de su gobierno es llegar a «una definición rápida sobre la deuda», pero luego se mostró cauteloso porque «hablar de la deuda solo complica el escenario» de las negociaciones con los acreedores.
La Argentina busca la comprehensión de los países que forman parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), uno de los mayores acreedores del país a partir del préstamo otorgado durante el gobierno de Mauricio Macri.
Por eso, Fernández dialogó con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sobre la deuda argentina y hará lo mismo en los próximos días con los líderes europeos Giuseppe Conte (Italia), Angela Merkel (Alemania), Pedro Sánchez (España) y Emmanuel Macron (Francia), claves en una hipotética reestructuración de los compromisos con el FMI.
Sobre su viaje a Israel, el Presidente destacó en C5N: «Pude contarle (a Netanyahu) detalladamente lo que le pasó al país y el modo penoso en que, en muy poco tiempo, se endeudó en límites tales que la deuda se volvió insostenible y que las posibilidades de pago se hicieron virtualmente imposibles de cumplir».
«Eso fue posible por la negligencia de los que dieron los préstamos, una enorme irresponsabilidad del gobierno argentino de ese entonces y cierta complacencia del FMI», criticó Fernández ante Netanyahu, que, según el Presidente, «tiene voluntad de ayudar».
En ese contexto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, viajará este lunes a los Estados Unidos para participar primero en un foro del Consejo de las Américas y luego sí se reunirá con las autoridades del Tesoro de ese país y los directivos del FMI.