El presidente Alberto Fernández había manifestado su postura a favor de la despenalización del consumo de marihuana cuando aún era precandidato a presidente, en junio pasado. «La solución no es andar persiguiendo a los que se fuman un porro», dijo exactamente. Ahora, bajo su mandato, comenzaron a concretarse los primeros pasos en esa dirección.
Según trascendió, el gobierno comenzó a elaborar un proyecto para enviar al Congreso Nacional, que contempla la despenalización del autocultivo y consumo de cannabis.
Si bien el proyecto recién comenzó a delinearse, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, mantuvo las primeras reuniones con el denominado Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis, un conjunto de 28 organizaciones entre las que figuran el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica, Intercambios Asociación Civil y Mamá Cultiva.
Además, desde el oficialismo reconocen que analizarán modelos de otros países, como el caso Uruguay y Chile, que sirvan de ejes para estructurar uno propia.
La política encarada por la ministra y los funcionarios de otros ministerios que trabajan en el proyecto, se contrapone drásticamente con la posición adoptada por el gobierno de Cambiemos, encabezada por la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Durante su gestión rechazaron la posibilidad de modificar la legislación al respecto.
En caso de avanzar con el proyecto, la situación reavivará un debate que podría traer también conflictos con algunos sectores, como sucede con la Iglesia. Los curas villeros, que trabajan en la recuperación de adictos, manifestaron en reiteradas oportunidades su postura en contra.