Una columna de centenares de partidarios de Evo Morales, quien renunció el domingo a la presidencia de Bolivia, se dirige este lunes hacia La Paz desde la vecina ciudad de El Alto, en momentos en que la policía evacuó a los líderes políticos del centro de la ciudad y el ex presidente Carlos Mesa denunciaba un inminente ataque a su casa. Tras el avance de los manifestantes, las autoridades policiales solicitaron la intervención de las Fuerzas Armadas, ya que se declararon “rebasadas” para contener la protesta.
“Tenemos informes de inteligencia que (reportan que) intentarán entrar a todas las dependencias, por lo que solicito encarecidamente pueda disponer de personal militar con equipo antidisturbios para prestar servicios de orden y seguridad, velando primeramente por la vida del personal de estas dependencias y de todos los camaradas de policía boliviana”, pidió el coronel José Barrenechea, comandante de la policía de La Paz. al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman.
La marcha de enfurecidos seguidores de Morales partió en la tarde desde El Alto, bastión del líder izquierdista, en escenas grabadas y difundidas por redes sociales. Mientras tanto, en el centro de La Paz, los pocos comercios que estaban abiertos se apresuraron a cerrar sus puertas por temor a una nueva escalada de violencia.
Los integrantes de la columna cargan whipalas, la bandera rechazada por los movimientos cívicos, y la consigna de los gritos es clara: “Ahora sí, guerra civil”. Los medios locales señalan que varios son “ponchos rojos”, un grupo de milicianos aymaras que respaldan a Morales.
“Le solicito que intervenga, porque ya la policía boliviana ha sido rebasada”, reclamó. En respuesta, las Fuerzas Armadas confirmaron que apoyarán a los cuerpos policiales, “en cumplimiento con la misión constitucional”, con operaciones conjuntas “para evitar sangre y luto a la familia boliviana”. Según aseguró Kaliman, la fuerza será usada “en forma proporcional” y prometió no abrir fuego.
Ante el avance de los manifestantes, la policía evacuó a los políticos que habían llegado hasta la Plaza Murillo, el corazón político de La Paz. Entre ellos estaba Jeanine Áñez, señalada como posible próxima presidente.
La cadena Eju informó que el grupo había rebasado a un grupo de policías, que buscaban contenerlos en la zona de ciudad Satélite, a pocos kilómetros de la Plaza de Armas.