
Es que la cercanía del vecino país y la posibilidad de comenzar el año frente al mar, fueron más fuertes que los impedimentos e hicieron que las playas trasandinas continúen entre las predilectas para las vacaciones. Así, 7.189 personas salieron del país por el túnel internacional Cristo Redentor desde el jueves hasta ayer a las 17. En general lo hicieron con fluidez y con esperas de entre media y dos horas. Sin embargo ayer por la mañana la cola fue más larga y el tiempo para llegar a la aduana superó las tres horas.
Tal como explicaron trabajadores del Complejo Los Libertadores, la demora se debió a una caída del sistema de Migraciones de Chile, que duró alrededor de una hora. En ese tiempo se fueron acumulando los vehículos de aquellos que salieron temprano desde sus hogares con intenciones de llegar a tiempo para disfrutar del agua, la arena y el inigualable atardecer en el mar Pacífico.
En esos momentos se encontraban habilitadas 14 de las 16 casillas externas dispuestas para atender a los autos particulares, lo que suscitó quejas de los conductores. En los kilómetros previos también se generó malestar por vehículos que pretendieron adelantarse en la fila sin respetar su turno, lo que hicieron sentir con bocinazos. En algunos casos hasta motivó la intervención de personal de Carabineros quienes pusieron orden. De todas formas la espera fue considerada aceptable, comparada con años anteriores en los que la demora superaba las 6 horas.
“Nosotros llegamos a las 9 y son las 12 y ya casi nos toca. La verdad que pensamos que iba a ser más rápido, pero está dentro de lo esperado”, comentó Romina Alonso quien viajaba con su esposo y sus dos hijos. Ellos llegaron a la fila preparados con comida, agua y leche para los niños. “Cuando pasan las 5, 6 horas ahí se vuelve crítico pero menos que eso se soporta”, aseguró. La mujer contó que eligieron cruzar al país trasandino después de varios años sin vacacionar, lo que aprovecharán para que los pequeños conozcan el mar.
Con Guadalupe (4) y Juan Cruz (2), sentados en sus faldas, Juan Manuel y Yanina hacían la cola para el cruce. “Vamos a pasar el Año Nuevo a Papudo y vinimos preparados para la espera porque un amigos nos anticipó”, relataron los dos.
Como suele suceder, quienes viajaron en colectivo fueron los más beneficiados en la aduana ayer por la mañana, ya que solamente tuvieron que aguardar alrededor de media hora para comenzar a realizar los trámites correspondientes. Cristina Lucero y Juan Pablo Martínez eligieron este medio de transporte para dirigirse a Santiago a recibir el 2019 y descansar una semana. “La aduana fue más rápido de lo que esperábamos, sólo un ratito de espera”, contaron.