
Sin embargo, estos diez terroristas existen sólo en una estadística del gobierno de Trump, que la usa para presentar a los migrantes que llegan de México como una amenaza.
Es cierto que hay temores de que extremistas islámicos ingresen al país por tierra. Pero ese temor se enfoca más sobre la frontera con Canadá, donde Trump no planea levantar un muro.
Esta es la cronología de la gestación del mito de los inmigrantes terroristas:
En julio del 2017, un informe del Departamento de Estado sobre terrorismo detalló las posibles amenazas que enfrenta el país, el cual no coincide con la descripción que hace Trump sobre el peligro que viene del sur.
“No se tienen noticias de organizaciones terroristas internacionales que operen en México, pruebas de que alguna agrupación tenga en la mira a ciudadanos estadounidenses ni información verosímil de ningún integrante de una agrupación que haya viajado a México para tratar de ingresar a Estados Unidos”, dice el informe.
A lo sumo, señala que “funcionarios del Gobierno mejicano notan un aumento en la cantidad de simpatizantes que tienen organizaciones terroristas en las redes sociales en este territorio comparado con el año pasado”.
El informe se enfoca mucho más en Canadá, donde afirma que hay “extremistas violentos inspirados por agrupaciones como Isis (Estado Islámico) y Al-Qaeda y sus filiales”. Canadá, por otro lado, ha registrado varios episodios de terrorismo perpetrados por simpatizantes de esas organizaciones y, según el informe, enfrenta “un desafío particular al juzgar a individuos que vienen del exterior para perpetrar ataques por las dificultades para demostrar su vínculo con organizaciones terroristas”.