
Además del bono salarial y una revisión de las paritarias, programas de beneficios para vacaciones en el país y fuertes descuentos en compras por parte de los bancos oficiales. Habrá promociones especiales para productos navideños.
La decisión estaba tomada y el Gobierno empezó a ponerla en práctica esta semana: la cuestión de la seguridad será agitada durante la campaña con el objetivo de contraponerla a la acumulación de indicadores negativos en el área económica. La intención del macrismo será llevar el debate lo más lejos posible del bolsillo, aunque en el inicio de la disputa electoral buscará incentivar el consumo para atenuar la recesión y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Un modo de empujar algunos síntomas de la recuperación esperada, aunque ya sin pronósticos ni certezas, para el segundo trimestre de 2019.
“Estamos trabajando con incentivos para levantar el consumo y la actividad. Por un lado con las revisiones de las paritarias y el bono va a haber una recuperación del poder de compra del salario, y también va a haber medidas para actuar sobre la coyuntura”, dijo aClarín un alto funcionario que monitorea esas variables. Como contó este diario en noviembre, Mauricio Macri convive con miradas ambivalentes entre los que consideran que el ajuste implementado aun habiendo sido fuerte no alcanza y los que le reclaman “algo de populismo” para empujar la economía y el consumo. En la campaña el Gobierno intentará que la rueda muestre algún movimiento.
Aun cuando del Presidente para abajo los funcionarios últimamente buscan evitar los pronósticos, la apuesta repetida en la Casa Rosada apunta a una desaceleración de la inflación para que en los próximos meses los salarios recuperen al menos parte de la perdida con las revisiones o las nuevas paritarias.