“Argentina y Brasil van a prescindir cada vez más del gas boliviano y los ingresos de los departamentos productores como Tarija van a caer 70 millones de bolivianos y el Gobierno Nacional dejará de percibir casi 180 millones de bolivianos”, señaló Freddy Castrillo.
La caída de la exportación se traduce en la caída de los ingresos económicos y demuestra el fracaso de las políticas y estrategias hidrocarburíferas planteadas desde el año 2005 aseveró el Secretario de Hidrocarburos y Energía de la Gobernación.