Desplome, retracción, colapso. La caída de patentamientos es síntoma del complejo presente del mercado automotor. Hay sobrestock capaz de cubrir las operaciones de los últimos meses del año. Las caídas interanuales en venta de autos cero kilómetros crecen desde el 25 por ciento. La inflación disparó el costo de los modelos más económicos del mercado con aumentos que alcanzan el orden del 70 por ciento. Atrás había quedado la parafernalia del primer trimestre y el récord histórico de 274.117 automóviles vendidos en enero, febrero y marzo.
En abril comenzó a cambiar el pronóstico. Las terminales ya denunciaban que el festival de descuentos, promociones y bonificaciones que hasta el momento había solventado el flujo comercial era una trampa, que en verdad la guerra de precios "desprestigiaba el producto", que los autos se regalaban a costa de conquistar cuota de mercado, aumentar los márgenes de ganancia corporativa y el volumen de las operaciones. El ejercicio no era rentable, confundía al consumidor y cuestionaba la veracidad de los precios.
Algunas marcas anunciaron que iban a suprimir estas prácticas; no pudieron. Los descuentos agresivos, esporádicos y ocasionales no desaparecieron. Continuaron y continúan, aunque en un contexto antagónico.
En un escenario de desaceleración del ritmo de ventas, las promociones intentan -sin suerte- amortiguar la caída en los patentamientos. En los últimos días de cada mes, las operaciones experimentan una especie de reactivación. Este fenómeno se produce porque los concesionarios buscan alcanzar los objetivos de venta. Las ofertas son, en estos casos, más agresivas.
Para impulsar esto, el sector automotor busca adaptarse a los beneficios de las compras online. Así varias automotrices se sumaron al CyberMonday. Una de ellas es Peugeot, que implementó la posibilidad de acceder a un 0km a través de cinco pasos simples en Internet. Así, se abrió una tienda online oficial de la marca en Mercado Libre, el canal líder en ventas por Internet.