Este fin de semana fue detenido en la provincia de Santa Cruz el cura Nicolás Parma, acusado de abuso sexual a menores de edad que convivían con él como novicios. Parma era entonces el cura “Felipe” de la Iglesia Exaltación de la Cruz, en la localidad de Puerto Santa Cruz, de donde, pese al escándalo, se fue entre lamentos de la comunidad y hasta un homenaje del Concejo Deliberante. Parma declaró este fin de semana ante la jueza de Instrucción de esa comunidad costera, Noelia Ursino.
Después de cinco horas de preguntas en las que el cura acusado de pedófilo estuvo acompañado por una defensora oficial de Piedra Buena, Ursino decidió ordenar que quedase detenido en la comisaría local y ahora tiene diez días para resolver su situación.
Los abusos en la Iglesia Exaltación de la Santa Cruz se destaparon en 2016 gracias a que Yair Gyurkovitz , uno de los chicos que hizo ahí el postulado, decidió contarlo a través de un testimonio que fue enviado al Vaticano. Como no tuvo respuesta y la Iglesia no hizo nada para que hubiese una condena y ni siquiera apartó a Parma de la institución, el joven acudió a la Justicia ordinaria.
Yair tenía menos de 16 cuando fue víctima del cura Parma. Hijo de una pareja de artesanos de Cafayate, se había unido a la congregación en Salta, su provincia, y desde ahí lo mandaron hasta la localidad de Puerto Santa Cruz para que se convirtiera en sacerdote. Durante su estadía hubo mucha violencia sexual, que incluyó a otros novicios. Cuando los abusos salieron a la luz, el padre “Felipe” fue llamativamente trasladado de apuro a un destino no develado. Durante todo este tiempo jamás se puso a disposición de la Justicia, el Vaticano lo mandó primero a Italia, anduvo por España y la semana pasada la jueza lo encontró en Tucumán.
Parma integra la congregación “Discípulos de Jesús de San Juan Bautista”, cuyo fundador es el salteño Agustín Rosa, también denunciado por haber abusado de varios novicios, pero además de enriquecerse con los fondos de la congregación. De las dos acusaciones, el Vaticano sólo se preocupó por la segunda y por eso estuvo varios meses preso durante 2016. Hoy, Rosa Torino espera en libertad el juicio por abuso sexual.
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