El presidente del país, Martín Vizcarra, le dio este domingo al Congreso una especie de "ultimátum", tras 40 días sin avances en los proyectos de reformas anticorrupción que presentó al Legislativo.
En un mensaje a la nación transmitido en vivo, el mandatario convocó de manera extraordinaria al pleno del Congreso este próximo miércoles para que vote con carácter de "cuestión de confianza" los cuatro proyectos de ley presentados por él mismo contra la corrupción.
La llamada "cuestión de confianza" es un mecanismo de la Constitución peruana que podría derivar en la disolución del Congreso y la convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias, si la cámara no acepta las medidas anticorrupción solicitadas por su gobierno.
Vizcarra presentó esos proyectos tras la trama de corrupción judicial destapada en julio en el llamado caso "Lava Juez" o "CNM audios".
Entre los proyectos propuestos por Vizcarra se encuentran cambios en el Consejo Nacional de la Magistratura, la implementación de un congreso bicameral, la prohibición de financiamiento anónimo a campañas políticas y la no reelección de parlamentarios.
Un segundo "voto de confianza"
Esta es la segunda vez que, durante el período presidencial 2016-2021, el gobierno plantea la llamada cuestión de confianza en el Congreso.
Según esta figura de la Constitución peruana, si el Congreso niega la confianza al gobierno dos veces, el presidente puede clausurar el parlamentoy convocar elecciones legislativas.
La cámara ya negó el voto de confianza al gobierno durante el mandato del expresidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), que renunció el pasado mes de marzo en medio de acusaciones por corrupción.
Vizcarra, que era su vicepresidente, asumió entonces el cargo de presidente.
El actual mandatario acusa al Congreso, dominado por una mayoría fujimorista, de "boicotear" y "desvirtuar" sus propuestas, que pretende aprobar mediante referéndum este mismo año.
Por su parte, Fuerza Popular, el partido fujimorista mayoritario en la Cámara, no se ha opuesto oficialmente a las reformas pero las ha tildado de "populistas".