Después de cinco años, la abundancia de sábalo, dorado y surubí esta gestión en la cuenca del río Pilcomayo, permitió que las familias originarias del pueblo Guaraní, Tapiete y Weehnayek, mejoren su economía y condiciones de vida. Esto a su vez permitió que se frene la migración a otras regiones del interior del país.
El presidente del Consejo de Capitanes Guaraníes de Tarija (CCGT), Tomas Arayay, informó que después de al menos cinco años de escasez de sábalo y surubí en Villa Montes, esta gestión la pesca volvió a ser buena, sobre todo debido a los trabajados desarrollados en la cuenca por el Gobierno, a través de la Oficina Técnica Nacional (OTN).
El dirigente indígena aseguró que la abundante producción de sábalo este año en la cuenca del Pilcomayo, ayudó a mejorar la economía de los originarios y permitió reactivar los trabajos de artesanías, caza, crianza de ganado y la agricultura.
“Gracias a Dios después de muchos tiempo los tres pueblos indígenas tenemos trabajo y actividad por la buena producción de pescado, con tres meses de pesca vamos a mejorar nuestra subsistencia y nuestros ingresos económicos para nuestras familias”, dijo el dirigente.
Según el reporte de la Unidad de Biodiversidad de la Gobernación y autoridades medio ambientales del Chaco, desde que se levantó la veda llegaron grandes cantidades de cardúmenes de sábalo, surubí y dorado a los bañados de la Estrella y otras zonas pesqueras por lo que se garantiza el producto en abundancia en los mercados de Tarija y el resto del país.
El dirigente de la Organización de Capitanes Weenhayek Tarija (Orcaweta), Moisés Sapiranda, ratificó que la pesca permitirá que los originarios se queden esta gestión en sus comunidades y de esa manera se evite que migren a otras regiones y al exterior del país, como en pasadas gestiones.