"Papá tenía todos los papeles. Papá, tenía todo. Todo", repite Juan Manuel Ducler, hijo de Aldo Ducler, el financista que murió el jueves pasado en pleno microcentro de un infarto, envuelto en sospechas policiales y políticas. Dos días antes, el financista se había presentado ante la Unidad de Información Financiera (UIF) para ofrecer información sobre manejos oscuros de los jefes del kirchnerismo a cambio de un trato legal privilegiado y de una posible recompensa.
“Sabía sobre el manejo de los fondos de Santa Cruz y su vínculo con el Banco de Santa Cruz, la adquisición de YPF y el acceso a la presidencia de Néstor Kirchner en 2003", explica. Según Juan Manuel Ducler, su padre sabía, incluso, sobre "la compra" de la presidencia con esos fondos públicos. "Los Kirchner eran los jefes de una banda", apunta.
Ducler llegó puntual al bar Josephina's, sobre la calle Guido, en pleno Recoleta. Con él, bajaron del auto tres custodios, dos hombres y una mujer. Los ojos rojos por el llanto, la barba blanca sin rasurar, varios días de insomnio y las manos temblorosas. Al mediodía había enterrado a su padre. Sacó un puro y lo encendió mientras, temeroso, cabeceaba para ambos lados, tic que se mantuvo durante toda la charla. Días antes de la muerte de su papá, le habían dicho que si iba a un asado que tenía esa noche en Escobar iba a "ser boleta".
Pidió un café. Los puntos en el aire comenzaron a formar una historia. Santa Cruz, Néstor Kirchner, Alberto Fernández, la familia Eskenazi, Lázaro Báez, la privatización del Banco de Santa Cruz por bajos montos, los desaparecidos -y multiplicados- fondos de las regalías petroleras, "la compra" de la presidencia de la Nación en 2003, YPF, acciones al portador en Australia, Cristina Kirchner, la expropiación a Repsol y un juicio multimillonario.