"No entendemos las quejas...La verdad es que son unos llorones." La definición de uno de los hombres de confianza del presidente Mauricio Macri pone de manifiesto el hartazgo que generaron en la Casa Rosada los lamentos que lanzaron algunas figuras del radicalismo por el armado de las listas de Cambiemos. El descontento radical resulta inverosímil para los integrantes del círculo más cercano del Presidente por una sencilla razón: la UCR encabezará las boletas nacionales en 13 de los 24 distritos.
Pero cerca del jefe del Estado evitan meter a todos en la misma bolsa. Identifican a un sector del centenario partido como el responsable de los conflictos; una facción que conduce Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos en Diputados.
"Negri es el que está generando todo el ruido. Lo hace porque le tiembla el piso", confiaron a LA NACION fuentes con acceso diario al despacho del Presidente.
El listado lo completan otros diputados, entre ellos, Mario Barletta, quien tuvo que resignar su postulación por el veto del macrismo. Aunque su lugar será ocupado por otro radical, Albor Cantard, cercano a Barletta y que cuenta con el respaldo del presidente del radicalismo, José Corral, y Ernesto Sanz.
El impedimento a Barletta indignó a sus colegas en la Cámara baja, que decidieron convocar al bloque a Corral, quien acudirá a la cita pasado mañana, aunque fuentes cercanas al intendente de Santa Fe anticiparon que no habrá mayores problemas.
"Son los nervios lógicos 20 días antes del cierre de las listas. Todo se va a ordenar", sostuvo un experimentado radical, responsable de contener a los quejosos y mantener el diálogo fluido con el Gobierno.
Estas diferencias no ponen en riesgo la base sobre la que se sostiene el frente que llevó a Macri a la Presidencia. Incluso, según confiaron fuentes de la UCR, todo se ordenará en los próximos días.
En la Casa de Gobierno también se mostraron sorprendidos porque en una reunión con la conducción de la UCR a comienzos de año se ratificó que nadie perdería bancas en la elección. La UCR pone en el 63% de sus escaños, esto es 24 de sus 38 diputados nacionales. "No van a tener ni un diputado menos y van a meter más senadores", describió uno de los armadores nacionales.
Pero, además, el desconcierto en la Casa Rosada es porque la Unión Cívica Radical liderará las boletas en Santa Fe, Mendoza, Santa Cruz, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco, La Rioja, Corrientes, La Pampa, Entre Ríos, Chubut y Río Negro.
Mientras que Pro lo hará en Buenos Aires, Córdoba, Salta, Neuquén, Misiones, Catamarca y Tierra del Fuego. La Coalición Cívica estará representada por Elisa Carrió en la Capital y habrá dos candidatos por fuera de Cambiemos en San Juan y San Luis. Sólo resta definir en Santiago del Estero.
El último año, tras el triunfo, las cúpulas de ambos partidos acordaron que en las cinco provincias que gobierna Cambiemos -Buenos Aires, Capital, Jujuy, Corrientes y Mendoza- la composición de las listas sería responsabilidad de los mandatarios locales; esto se mantiene de forma inalterable.
Incluso, el disgusto es aún mayor en el círculo más cercano de Macri porque la UCR ya cuenta con varios proyectos de gobernadores, algo en lo que hasta el momento no logró avanzar Pro. Entre ellos destacaron a Ricardo Buryaile (Formosa), Eduardo Costa (Santa Cruz), Ramón Mestre (Córdoba) y José Corral (Santa Fe).
Si bien la situación general es buena en la mayoría de las provincias, hay tres que presentan conflictos. En Córdoba el problema es que están "todos enfrentados". Ahí finalmente se impuso el macrismo, que liderará la lista con Héctor Baldassi.
El intendente capitalino, Ramón Mestre, pretendía incluir a su hermano Diego en la nómina, pero la falta de acuerdo interno con Oscar Aguad y Negri terminó complotando contra sus intenciones. "El que mide en Córdoba es Macri", argumentaron fuentes oficiales.
En Santa Fe, la situación es difícil. La UCR, que reafirmó su pertenencia al Frente Progresista con el socialismo para las listas locales, acordó con Pro que el primer candidato nacional será Cantard. Lo que generó ruido interno en la UCR con Barletta.
Por último, está la ciudad. Ahí el radicalismo local busca forzar una interna con Martín Lousteau, pero esto no sucederá. Será uno de los pocos distritos sin la marca Cambiemos.
El reparto de
las provincias
- 13. Para el radicalismo. La UCR liderará las boletas de Cambiemos en Santa Fe, Mendoza, Santa Cruz, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco, La Rioja, Corrientes, La Pampa, Entre Ríos, Chubut y Río Negro
- 7. Para el macrismo. Encabezará en Buenos Aires, Córdoba, Salta, Neuquén, Misiones, Catamarca y Tierra del Fuego
- 1. Para la Coalición Cívica. Carrió liderará en la Capital. Habrá dos candidatos por fuera de Cambiemos en San Juan y San Luis. Sólo falta Santiago del Estero.