Miles de partidarios y de adversarios del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aguardann el miércoles por el interrogatorio del ícono de la izquierda latinoamericana quien será interrogado por el juez Sergio Moro por el caso de corrupción del Lava Jato.
La audiencia se da bajo fuerte vigilancia policial en la ciudad sureña de Curitiba.
Lula llegó por la mañana en una avioneta al aeropuerto Afonso Pena para responder por la investigación que desveló hace tres años una gigantesca red de sobornos en Petrobras.
El exmandatario tendrá después una reunión con su sucesora Dilma Rousseff, quien está en la ciudad para apoyar a quien es considerado su mentor político.
"Ya estoy en Curitiba para expresar mi solidaridad total al presidente Lula (...). La verdad se impondrá", tuiteó Rousseff, destituida el año pasado por el Congreso acusada de manipular las cuentas públicas.
Los seguidores de Lula, que podría ver frustradas sus ambiciones de presentarse a las elecciones de 2018 en caso de ser condenado, empezaron a llegar la víspera en autobuses y aviones desde todo Brasil y cientos de ellos acamparon en parques. La movilización fue organizada por el Partido de los Trabajadores (PT), el Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra (MST) y diversas entidades sindicales y sociales.
La Policía montó una operación de gran escala para separar a los grupos antagónicos y levantó un cerco en torno al edificio de la Justicia, donde solo se permitirá el ingreso de las partes involucradas.
"Para mí, es inocente. Si hubiese algo concreto en su contra, ya estaría preso. Lo que aquí se plantea es una lucha de clases", dijo Gerson Castellano, un militante sindical del sector petrolero de 50 años.
Lula, de 71 años, responderá los cuestionamientos del juez Moro, de 44, sobre un caso que investiga si recibió un tríplex de lujo en un balneario de Sao Paulo de manos de la constructora OAS, sumergida en el escándalo Petrobras, a cambio de "ventajas indebidas".
La Fiscalía lo acusa de haber recibido 3,7 millones de reales (1,16 millones de dólares al cambio actual) de OAS, incluyendo ese apartamento de Guarujá y el costeo del almacenamiento de sus bienes personales y de su acervo presidencial entre 2011 y 2016.