Por segundo mes consecutivo, la inflación en la ciudad de Salta medida por el Isepci tuvo un leve estancamiento. Con relación a febrero, la disminución en los valores del Índice Barrial de Precios (IBP) en marzo fue de un 0,04%, igual resultado que febrero había arrojado con relación a enero. De todos modos, la inflación acumulada para la ciudad en lo que va del año es de 5,34%.
La tendencia de los últimos dos meses viene tras un 2016 que cerró con una pérdida en el valor real de los salarios y un comienzo de 2017 con tensión por las negociaciones paritarias, que en muchos casos tuvieron techos del 17%, conforme al cálculo inflacionario presupuestado por el Gobierno de la Nación para este año.
En detalle
El Isepci (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana), en un relevamiento realizado considerando los productos de la CBT del Indec en barrios de la ciudad de Salta, concluyó que los precios que en marzo tuvieron la mayor caída fueron las verduras, un 5,9%. Los más de cincuenta productos tomados se agrupan en tres rubros: verdulería, carne y almacén. Los últimos dos tuvieron alzas del 0,29 y 2,31%, respectivamente, el 0,04% del balance total se explica porque los bienes de verdulería son lo de menos valor absoluto.
La papa y la batata, poniendo el ojo en el detalle, son las dos hortalizas con mayores descensos en los precios con relación a febrero. El kilo de la primera pasó de 12 pesos a 10, una reducción del 16,6%, mientras que la misma cantidad de la segunda saltó de 34 pesos y a 20, un descenso del 41,1%. El queso cremoso aumentó un 10,3%, sumando diez pesos a su valor, de $96,67 a $106,67.
El informe de coyuntura presentado esta semana por el Isepci, brazo de la fuerza política Libres del Sur, apunta que una familia salteña tipo -de cuatro integrantes, dos adultos y dos niños-, necesita al menos 5.407 pesos para cubrir sus necesidades nutricionales mínimas.
Ese valor representa más de la mitad del salario mínimo vital y móvil ($8.060), contra lo que determinan estándares internacionales que establecen que para no estar sumida en la pobreza, una unidad económica familiar no debe afectar más del 30% de sus ingresos en abastecerse de alimentos.
La canasta básica total para una familia tipo salteña asciende a más de 13 mil pesos ($13.141). Además de las necesidades nutricionales insoslayables, la CBT incluye a otro tipo de gastos fijos que se repiten en las unidades económicas domésticas. Ello sin considerar los servicios básicos, que también se computan como sumas estables que se erogan mes a mes.