El presidente Mauricio Macri podría resolver en forma "inminente" la reincorporación de Juan José Gómez Centurión al cargo de director general de la Dirección Nacional de Aduanas, del que había sido desplazado el 19 de agosto último por una denuncia anónima sobre supuestos pedidos de sobornos para autorizar la importación de contenedores.
"Hay una resolución judicial que indica que no existen elementos que impliquen a Gómez Centurión y por lo tanto sería inminente su reposición en el cargo", dijo una fuente del entorno presidencial. De todos modos, el fallo se analiza en detalle en Olivos porque, si bien desvinculó al suspendido director de la Aduana, confirmó la existencia del delito de contrabando e implicaría a otros funcionarios de segunda línea.
El juez federal Ariel Lijo dictó el martes una resolución por la cual se declaró incompetente, declaró la competencia del fuero Penal Económico y pidió que se envíe a sorteo para investigar posibles delitos de contrabando y contrabando agravado por la intervención de funcionarios públicos.
Pero en cuanto a Gómez Centurión, estableció que "el resultado de las medidas dispuestas no han permitido un avance sobre su eventual responsabilidad en las maniobras denunciadas".
En buen romance, Lijo señaló que existe la sospecha de la existencia de los delitos de contrabando y contrabando agravado regidos por el Código Aduanero, pero que no existen elementos para incriminar por ahora a Gómez Centurión ni para establecer delitos federales.
Por ese motivo, al investigarse sólo contrabando, ello es competencia para ser investigado por el fuero Penal Económico.
En aquella denuncia anónima, Gómez Centurión fue involucrado con el empresario Oldemar Carlos Barreiro Laborda en supuestas coimas. Luego, el entonces director de Aduana señaló que Barreiro Laborde era su informante y que la denuncia, que contaba con grabaciones editadas, era una operación de inteligencia de las bandas de contrabandistas que él había denunciado.
La denuncia anónima por presuntos pedidos de sobornos para permitir la importación ilegal de mercaderías había llegado a manos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien se la llevó a Macri a Olivos y luego la presentó en el fuero federal.
Macri le dio la orden entonces al director de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Alberto Abad, para que suspendiera a Gómez Centurión hasta que se aclarara la acusación. La causa cayó en manos del juez Ariel Lijo, que pidió medidas de pruebas y entrecruzamiento de llamados.
El Presidente dijo entonces que esperaría a la resolución judicial para determinar si correspondía investigar a su funcionario o reponerlo en el cargo. En forma interina quedó al mando de la Aduana el subdirector de Operaciones Aduaneras Metropolitanas, Javier Zabaljauregui.
La resolución del juez Lijo daría el escenario apropiado para reponer a Gómez Centurión al frente de la Aduana, algo que por estas horas se termina de analizar en Olivos.