“¿Qué necesita Atlético para consolidarse como un equipo de Primera como lo es Estudiantes?”, le preguntaron a Juan Manuel Azconzábal después de la derrota del domingo.
“Tres temporadas en Primera División”, contestó casi interrumpiendo al periodista por la rapidez en que lo hizo. El entrenador tenía clarísima la respuesta incluso hasta más que las preguntas que apuntaban a saber el porqué de la derrota.
Las razones estaban a la vista: dos gruesos errores habían sido capitalizados sin piedad por el “Pincha”. Fue un partido en el que se notaron diferencias entre un equipo y otro. A ver, no es la primera derrota de Atlético en Primera pero fue de las pocas veces en las que se notó el hecho de que Estudiantes es un equipo consolidado hace rato y el “Decano”, no, tal como resulta del intercambio entre el periodista y el técnico.
“No podemos errar teniendo en cuenta que es un rival importante. Te equivocás y pagás caro”, aseguró Lucas Villalba. Con sus goles, Carlos Auzqui pareció haber abierto la billetera de Estudiantes y mostrado el DNI futbolístico: equipo que juega en Primera hace más de 20 años, campeón nacional e internacional. Por si fuera poco, hizo lo mismo tras meter la mano en el bolsillo “decano”: equipo que ascendió en 2015, realizó un gran torneo en 2016 y busca afianzarse en este.
Cursando su segunda temporada en Primera (no necesita hacer un campañón para llegar a esa tercera que marca el “Vasco”), son contadas con los dedos de una mano las veces en las que quedaron tan expuestas las diferencias, poniendo de manifiesto el mentado “derecho de piso”.
Ni Boca, ni Racing, ni Lanús, ni el propio Estudiantes en la temporada pasada desnudaron a Atlético como pasó el domingo. Ante esos equipos y varios otros, no sólo disimuló el hecho de ser una Cenicienta sino que desnudó falencias a sus rivales.
“Cometimos dos errores y nos hicieron dos goles. Nos equivocamos y lo pagamos muy caro”, dice Guillermo Acosta, que repite el discurso de sus compañeros.