Los intendentes peronistas no quieren que el radical Ramón Mestre se quede con la presidencia de la Federación Argentina de Municipios (FAM) y aceptarían que otro de los candidatos del Gobierno, el massista Gustavo Sáenz, se quede con el organismo que hasta ahora preside Julio Pereyra.
El Gobierno piensa en Mestre, intendente de Córdoba; Sáenz, intendente de Salta y ex candidato a vicepresidente de Sergio Massa y Nicolás Ducoté, el jefe comunal de Pilar, para ocupar el cargo que maneja el peronismo desde que se creó y que tiene un valor más simbólico que de disputa de poder real.
Pero los intendentes bonaerenses, que ya eligieron al jefe municipal de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca, para encabezar la FAM bonaerense –que no está contemplada en la ley 24.807 que creó la FAM nacional-, pelearán hasta último momento para retener la federación.
Por esa resistencia, el ministro del interior, Rogelio Frigerio, recibió ayer por la tarde en el Salón Azul de Casa de Gobierno a 62 intendentes del interior del país, entre los que se encontraban algunos peronistas, para hacer una muestra de poder al grupo de intendentes bonaerenses. A Frigerio lo acompañaron los secretarios de Interior, Sebastián García De Luca, y de Asuntos Municipales, Aída Ayala, y los subsecretarios de Gestión Municipal, Lucas Delfino y de Relaciones con las Provincias, Paulino Caballero.
“Creo que tenemos que darnos todos la chance de construir una institución que represente a todos y que pueda generar mayor flexibilidad y facilidad para la solución de problemas, porque tenemos más de 2.000 municipios”, expresó Frigerio durante la reunión.
La resistencia
Luego de ese encuentro, los intendentes peronistas de la provincia se reunieron con Sáenz para acercar posiciones y acordaron pedir en bloque que las provincias coparticipen los fondos a los municipios, luego del acuerdo al que llegarán con el Gobierno nacional mañana en Córdoba. Fue el primer gesto de los peronistas al posible desembarco del salteño en la FAM.
Desde que Pereyra dijo que renunciará a la FAM, los peronistas comenzaron a barajar una serie de nombres y los primeros en anunciar que querían suceder al intendente de Florencio Varela fueron Verónica Magario, de La Matanza y Ariel Ponce, de San Luis. Sin embargo, Magario no tiene el apoyo de sus colegas del Conurbano, que no lo quieren a Fernando Espinoza cerca.
Ponce, en tanto, no tiene serias chances puesto que los caciques del Conurbano quieren que la FAM, en caso de quedar en manos del peronismo, siga siendo conducida por un bonaerense. Es por eso que también se barajan los nombres de Gustavo Menéndez (Merlo) y Mariano Cascallares (Almirante Brown).
Con la resolución de las nuevas autoridades pautada para las próximas semanas –se habla de menos de un mes para el recambio-, los intendentes peronistas intentarán hasta último momento retener la presidencia. Si no lo logran, ya le exigieron al Gobierno que el presidente no sea Mestre.
“Mestre es vicepresidente de la FAM y nunca vino”, advirtió uno de los caciques bonaerenses. Si finalmente el Gobierno logra imponer al presidente, los intendentes se abroquelarán en la provincia de Buenos Aires.