El 21 de marzo de 2014 llegó a la guardia del hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán con una hemorragia vaginal intensa. Su madre la contenía en el paso porque le era imposible sostenerse sola. Las contracciones abdominales eran cada vez más fuertes, profundas, insoportables. El sangrado seguía su curso como una pesadilla eterna. Belén tenía 25 años y la cara desfigurada por los dolores. Claramente, el diagnóstico difería de un ciclo menstrual normal. Cursaba la semana 20 de un embarazo del que –insiste- no tenía idea. Belén estaba sufriendo un aborto espontáneo, perdiendo el hijo que ese mismo día se enteró que existía.
Aquella secuencia hoy la recuerda desde una celda de 2x2 en la que fue encerrada para resarcir su pecado. Hace exactamente dos años que la justicia tucumana la puso en prisión en busca de su redención. Hace nueve días –precisamente el 19 de abril- los integrantes de la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán (Dante Ibáñez, Néstor Macoritto y Fabián Fradejas) la condenaron a ocho años de cárcel por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía". Ella –repite- desconocía su embarazo.
La madre de Belén fue quien –entre lágrimas- reveló que dentro de un establecimiento médico cuando Belén se despertó aquel día en la Sala de Partos comunitaria tenía médicos forenses "revisándole abajo" frente a policías que rodeaban su camilla y un enfermero que le mostraba el feto en una cajita y que –mientras la insultaba frente a todos- le dijo: "Mirá, este es tu hijo". "Yo le decía que eso no era mío", agregó la joven tras precisar que el hombre decía que lo había encontrado en el baño.
Esa escena –contaba por Belén- tampoco convenció al tribunal de la Sala III para abrir una investigación contra el personal médico del Hospital Avellaneda de Tucumán, pese a que son consideradas "formas de tortura y tratos degradantes" por los tratados de derecho internacional. Ayer al mediodía, diferentes organizaciones y movimientos de derechos de la mujer se concentrarán frente a la casa de la provincia de Tucumán con la consigna #LibertadParaBelén para repudiar el supuesto maltrato a la joven en el centro de salud y exigir su inmediata libertad. "Por la liberación de Belén hasta que haya una condena firme. Exigimos la despenalización y legalización del derecho al aborto en nuestro país", sostiene la consigna. En Argentina, se calcula que entre 460 y 600 mil mujeres recurren cada año al aborto clandestino. Y que de ese total, muere un porcentaje muy alto.