El ex presidente del Instituto de Viviendas y Urbanismo de Jujuy, Lucio Abregú, se presentó ayer en uno de los juzgados de control que funciona en el edificio ubicado en calle San Martín, entre Argañaraz y Bustamante, con el objetivo de retomar la declaración indagatoria que hace una semana había sido pospuesta por inconvenientes técnicos ajenos a la causa.
El ex funcionario está detenido en una causa por 14 hechos en los que la fiscal Liliana Fernández de Montiel reunió elementos para probar el desvío de fondos para la construcción de viviendas nunca realizadas.
La justicia investiga si Abregú fue una pieza clave para sustraer el dinero que llegaba desde la Nación para las obras, ya que se presume que las órdenes para autorizar los pagos a los cooperativistas que se hacían con el dinero habría sido suya.
Por esa razón se le imputa también el cargo de asociación ilícita en la comprensión de que habrían formado parte de una banda que sistemáticamente repetía las operaciones y se quedaba con los fondos.
En la jornada de ayer se esperaba que Abregú respondiera si efectivamente contaba con autonomía en el esquema de poder político para tomar decisiones, o si, al igual que los empleados y funcionarios de menor rango que están implicados, sólo se limitaba a cumplir órdenes emanadas desde las más altas esferas de la Casa de Gobierno durante la gestión de Eduardo Fellner.