El acuerdo del Gobierno con los holdouts abrió la puerta no sólo al financiamiento de la Nación, sino de las provincias, que empezaron a testear la colocación de deuda en mercados internacionales. Entre las anotadas están Córdoba y Buenos Aires, con 1000 millones de dólares cada una; Mendoza y Salta, con 300 millones; Neuquén, con 250 millones, y Entre Ríos, con 200 millones. Entre todas suman poco más de 3000 millones de dólares.
Los gobernadores de estas jurisdicciones ya cuentan con el aval de la Nación para endeudarse y hay distintos niveles de adelantos para lograr la autorización de sus legislaturas. Economistas coincidieron en que la tasa que pagarán será de entre 8 y 9,5%, mientras que la administración central estaría más cercana a 7 por ciento.
En general, una mitad de lo que se consigue es para pagar o canjear deuda y la otra, para afrontar compromisos fiscales o planes de obras. El riesgo que se advierte es que, en un año en que las finanzas provinciales están complicadas, parte de los recursos vaya a gastos corrientes.
Desde la consultora Evaluecon, José Vargas dice que la experiencia muestra que entre 10 y 30% del financiamiento termina en gasto corriente. "Después lo acomodan echando mano a algún artilugio contable. Mucho dependerá de cómo cierren las paritarias que estarían en una media de 30% con altas posibilidades de reabrir a mitad de año", afirma.
El economista del Ieral Marcelo Capello dice que la colocación de deuda depende de cada provincia; algunas como Santa Fe -que recuperó el 15% de coparticipación por un fallo de la Corte Suprema- podrían hacerlo porque su endeudamiento es bajo, mientras que en Buenos Aires el nivel es "relativamente alto" y la situación fiscal es compleja. A su criterio es clave que se sancione una nueva ley de responsabilidad fiscal porque la que existe ni es buena ni se cumple: "La norma debería ayudar a garantizar la senda sustentable del financiamiento, poniendo un límite al monto anual de pago con relación a la recaudación y a la emisión en función de la producción".
En Buenos Aires, la emisión será en dos tandas de 500 millones de dólares, para testear primero las tasas. Será parte de los $ 60.000 millones de endeudamiento autorizados por la Legislatura. El ministro Hernán Lacunza montó la ingeniería financiera con un consorcio de bancos formado por el Citibank, JP Morgan y HSBC. En Córdoba, Juan Schiaretti emitirá 1000 millones de dólares, de los que unos 600 millones se usarán para adelantar el pago de un título que vence en 2017 y el resto -según el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano- para infraestructura.
El gobernador mendocino Alfredo Cornejo proyecta colocar los 300 millones de dólares en un bono nacional y en otro internacional. Al asumir dijo que heredó un déficit de 11.000 millones de pesos, equivalente a 25% del presupuesto anual. El neuquino Omar Gutiérrez, en tanto, recibió una provincia tan complicada que la Nación le adelantó $ 500 millones de la coparticipación.