El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, autorizó el día de ayer abrir un juicio político con fines de destitución a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tras considerar procedente una acusación contra la mandataria por supuestas irregularidades fiscales ocurridas en 2015.
Cunha anunció su decisión en una rueda de prensa en la que aclaró que no encontró ninguna objeción para rechazar la acusación y en la que dijo lamentar haber autorizado un proceso al que, en su opinión, el país necesitaba enfrentarse.
Informaron que la oposición alega que la mandataria cometía irregularidades en el 2015, que aún no ha terminado, los diputados del PT dicen que ese no puede ser motivo y no tiene legalidad.
Hasta el momento no se ha dado a conocer qué sucederá de aquí en adelante y será un proceso que tomará tiempo. También señalaron que la mandataria Rousseff podría dejar sus funciones.
El analista político brasileño, Beto Almeida, explicó que aún falta un proceso de votación dentro la Cámara de Diputados para que se abra el proceso de juicio político contra la mandataria, lo que podría tomar tiempo.
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros de su fuerza política Partido de los Trabajadores (PT) en este caso para solicitar su destitución.