El recorrido no es fácil, pasando la orilla del río está un primer control. Dos gendarmes argentinos revisan el cargamento, pero no lo hacen a todos los que cruzan. Uno de los efectivos, de apellido Pérez, se queja por las condiciones del trabajo.
“Este es un paso legal entre comillas y solo funciona para los bagayeros. Ellos pasan y luego vuelven de inmediato”, explicó el gendarme, que muestra un limitado espacio hecho con maderas y techo de hojas de plátano donde operan para hacer el control.
El otro gendarme, de apellido Garay, admitió que entre la carga hay droga. “Es difícil controlar a todos, pasan rápido y solo somos dos”, se queja.
Los bagayeros, que son unos 100, pasan el contrabando por 150 bolivianos. Son casi 20 minutos de recorrido en medio de piedras, agua y arena. Se soporta el calor y los mosquitos. Descargan la mercadería en la ruta 50 argentina en Aguas Blancas y lo suben a furgonetas o autos de data antigua. De ahí, la droga, a decir de los bagayeros, en medio del contrabando, va hasta una comunidad llamada Kolla, en pleno territorio argentino, donde se instalaron tinglados rústicos.
En ese lugar, la mercancía vuelve a ser cargada por otros bagayeros que caminan durante 15 minutos hasta volver a la carretera. Este recorrido se da para evitar el control de un puesto de gendarmes y de la Aduana argentina en medio de la vía hacia Orán.
El destino es Orán, ciudad argentina a una hora y media del municipio de Bermejo. Es un poblado tranquilo.
La Policía de Orán precisa que gran parte de la droga llega a la terminal de ese lugar en vehículos y de ahí sale rumbo a Buenos Aires, sorteando los escáneres canadienses que se instalaron recién en los puestos de control en la vía que lleva a la capital argentina.
Según datos de la Fiscalía de Orán, en diez años, se incautaron de 24.000 kilos de droga en trabajos coordinados con la Policía y autoridades judiciales bolivianas. Hace unos días, el juez federal de Orán, Raúl Reynoso, dijo que existen mafias peruanas, brasileñas, argentinas y paraguayas en el negocio de la cocaína. Este juez enfrenta ahora un proceso legal, ya que fue acusado de pedir sobornos.