En Río de Janeiro unas 200 personas se concentraron en la playa de Ipanema, donde un nutrido grupo de manifestantes se pintó de color marrón, en referencia al lodo del siniestro minero, que afectó a 650 kilómetros del cauce del río Doce y que ha llegado hasta el océano Atlántico.
El vertido, ocurrido por la ruptura de dos diques de depósitos de residuos minerales y de agua en una mina de la empresa Samarco, fue considerado por el Gobierno como el más grave desastre ambiental ocurrido en Brasil.
En la marcha por el clima de Río también había personas disfrazadas de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que se encuentra en París para participar en la COP21, cumbre que arranca hoy con discusiones técnicas entre 195 países y que se prolongará hasta el 11 de diciembre.
Asimismo, se convocaron manifestaciones similares en ciudades como Sao Paulo, Porto Alegre, Fortaleza, Salvador, Manaos y Curitiba, entre otras.