El fantasma de la altura, ese cuco que asusta y provoca reticencia en los futbolistas argentinos, es uno de los rivales que tendrá River, cuando mañana, desde las 19.45, se mida con Liga Deportiva Universitaria , en el partido desquite, por los octavos de final, de la Copa Sudamericana. Sobrellevar los 2850 metros sobre el nivel del mar sobre la que está diseñada esta ciudad es uno de los paradigmas que se traza el plantel que dirige Marcelo Gallardo. Las primeras horas del grupo resultaron aceptables al cambio de escenario, sin mayores inconvenientes, aunque el primer desafío se dará en la práctica en el estadio Casa Blanca, cuando la delegación realice el reconocimiento del campo y los ejercicios tácticos y físicos que ordene el cuerpo técnico.
La alimentación y aquellos cócteles que preparan los encargados de los cuerpos médicos de los distintos planteles que llegan desde el llano es una de las prioridades para contrarrestar los síntomas de la altitud. El doctor Pedro Hansing, en diálogo con LA NACION, comentó cómo se prepara el grupo para la cita de mañana. "La altura no es tan significativa como resultó en el caso de Oruro, con 4000 metros, pero estamos tomando medidas para sufrir lo menos posible los síntomas que provoca jugar en estos lugares. No es una situación extrema como aquella, en la que recurrimos a cámaras hiperbáricas, suplementos con ácido fólico. Acá vamos a recurrir al cóctel clásico que utilizan todos los clubes: aspirina, cafeína y sildenafil (N. de la R.:comercialmente conocido como Viagra). También hay que mirar muy bien el tema de la hidratación y comer de manera liviana y con frecuencia para evitar los síntomas de pesadez", analizó el médico, que advirtió que en esta ocasión no será necesaria la presencia de oxígeno en el vestuario, algo que sí sucedió en el debut de la Copa Libertadores, con San José, en Oruro.
El ciclo Gallardo se inició, casualmente, en la altura. Fue en Bogotá, que está a 2640 metros sobre el nivel del mar. El resultado, en un amistoso contra Millonarios. Fue un empate 2-2, un marcador que mañana sería un alivio para el conjunto millonario. "Hay que venir y jugar. Lo ideal para un proceso de adaptación es de 20 a 30 días, pero eso es imposible para nosotros. Después, están aquellos que señalan que es mejor ir a Guayaquil y subir para el partido y quienes vienen, como nosotros, con un día y medio de antelación. No es algo matemático, porque cada organismo responde de manera diferente", se explaya Hansing, que en la dieta privilegia las verduras, el arroz y las pastas.
Liga y la altura, los dos rivales que se le presentan a River, el campeón que viene a defender su corona para seguir reinando en el continente.