Así lo comunicó el secretario de Planificación de la Gobernación de Tarija, Karim Leytón, quien expresó su preocupación por una situación “tan drástica” que no imaginaban ni en “el peor de los escenarios”.
“Les anunciamos que en concepto de regalías vamos a tener un ingreso de 1.649 millones de bolivianos. Por el impuesto especial a los hidrocarburos y sus derivados vamos a tener un ingreso de 51 millones y por el Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH) 146 millones. ¿Qué significa? Es una noticia que nos golpea fuertemente a las finanzas del gobierno departamental”, manifestó Leytón, quien estuvo acompañado del gobernador Adrián Oliva y de la mayoría de los secretarios de la institución departamental al hacer este anuncio.
En relación a los ingresos de la gestión 2014, el secretario explicó que para 2016 existirá una disminución de los ingresos por hidrocarburos del 53 por ciento, lo que significa que el departamento de Tarija recibirá en el año 2016 menos de la mitad de los recursos que en la gestión 2014.
“Esta proyección para 2016 y los siguientes años pesa sobre nosotros, un compromiso increíblemente sobredimensionado. El monto que se comprometió a través de contratos de 2011 a 2014 fue de 8.478 millones de bolivianos de los cuales se han pagado 2.936 millones de bolivianos por lo que la nueva gestión tiene que llevar sobre sus espaldas el pago del resto de los recursos que se comprometieron, 5.542 millones de bolivianos”, añadió.
Leytón dijo que estas deudas y compromisos han sido generados por los ex ejecutivos seccionales de desarrollo. “Bermejo y O’Connor han adquirido compromisos por un monto de aproximadamente 2.000 millones de bolivianos, mientras que ha habido regiones que han sido discriminadas de la inversión pública departamental”, subrayó como ejemplo.
Ante esta coyuntura económica, desde la Gobernación aseguraron que van a tratar de resolver la situación con “manera creativa y planificación estratégica”, pero especificaron que los créditos que se puedan solicitar no serán para resolver problemas específicos, sino que se enfocarán en todo lo que tenga que ver con el desarrollo departamental.
Por su parte, Oliva indicó que se tomarán todas las medidas necesarias para salir de la “crisis” y pidió apoyo al resto de las autoridades para que colaboren en esta misión.
“Les pedimos a todas las autoridades que asumamos con absoluta responsabilidad la nueva situación económica que nos va a tocar enfrentar y que juntos, sobre la base del diálogo y el trabajo conjunto, busquemos las soluciones a estos problemas, pero no las soluciones del corto plazo, ni fáciles, (sino que) busquemos las soluciones para que este departamento deje de depender de los ingresos de los hidrocarburos”, dijo.
A este respecto, el subgobernador de Yacuiba, José Quecaña, expresó también la preocupación por la disminución de ingresos que se anunció y que también vivirá la provincia Gran Chaco.
“El Chaco corre el riesgo de que se paralicen sus obras de magnitud. Solamente Yacuiba recibía alrededor de 700 millones de bolivianos cada año. Eso implica que los presupuestos del Chaco tanto Yacuiba, Caraparí y Villa Montes, se va a ir en un 50 por ciento”, lamentó.
Asimismo, el Subgobernador criticó la gestión de su antecesor, Marcial Rengifo, y dijo que a pesar de haber recibido 2.000 millones de bolivianos en cinco años, “sólo se ha podido ver el gasto de 305 millones de bolivianos en inversión”. Para intentar remendar la situación, Quecaña indicó que ha establecido un plan de contingencia para evaluar qué proyectos tendrán que quedarse paralizados.
El asambleísta del Movimiento Al Socialismo (MAS), Basilio Ramos, se pronunció sobre el futuro escenario que le espera al departamento y dijo que Adrián Oliva tendrá que “hacer milagros” para generar recursos.