El dólar ahorro está jugando en contra de la recuperación del mercado de autos, que después de la abrupta caída que sufrió el año pasado por la devaluación y un nuevo impuesto, en julio se mantuvo en el mismo nivel de igual mes de 2014, con ventas por 61 mil unidades para los 0 kilómetro.
Las cifras muestran un estancamiento del sector que en términos relativos lo ubica en un punto intermedio entre el boom que se vive en México y la catástrofe de Brasil. Es que en el primer caso, durante el séptimo mes del año alcanzó las 111.714 unidades vendidas, un nuevo récord histórico-es la primera vez que en ese mes superan los 100 mil-, con un crecimiento del 16% interanual. En lo que va del 2015, el incremento en el país azteca marcó un 21%.
En cuanto al gigante sudamericano, su economía va de mal en peor y eso también se ve reflejado en el rubro automotriz. El mes pasado, la venta de autos se desplomó a 227 mil unidades, una baja del 23 por ciento medida en términos interanuales, en tanto la producción se contrajo un 15% y acumula una caída del 18%. Así, los primeros siete meses terminaron con un descenso en las ventas del 15%, con 1,54 millones.
En cuanto a las exportaciones, tuvieron una contracción del orden del 17,6% frente al mismo mes del año pasado, y aunque totalizaron entre enero y julio 225.300 unidades, 10,7% por encima de igual período de 2014, en julio sólo se vendieron al exterior 28.300 vehículos.
Para los privados del país vecino, el mercado brasileño de autos terminará el 2015 con un descenso del 20 por ciento.
El año pasado, el mercado argentino de autos sufrió un retroceso como no se vio en ninguno de los países vecinos. Es que a fines de 2013 el gobierno impulsó un impuestazo para los vehículos, al que luego se sumó la devaluación y la suba en las tasas de interés, que terminaron encareciendo abruptamente el precio de los coches.
Respecto a ese entonces, cuando se alcanzó el máximo de consumo de ese rubro, la caída del mes pasado es del 31%, unas 27 mil unidades menos, lo que se tradujo en una facturación mensual unos U$S600 millones por debajo de la de aquel entonces.
Lógicamente, este descenso fue muy superior al que registró el producto en su conjunto. Así lo advierte el último informe de la consultora Actividad, Moneda y Finanzas(AMF): “el carácter procíclico de las ventas de automotores determina que las variaciones interanuales amplifiquen la evolución del nivel de actividad económica”.
“En los años de descenso del PIB (2009, 2012.2014) se advirtieron severas contracciones en las ventas interanuales del sector. Desde ese punto de vista, durante el ejercicio actual se está advirtiendo una suave recomposición del PIB que estos guarismos no llegan a captar plenamente”, reza el trabajo.
Lo cierto es que dos años atrás, “el cierre del mercado cambiario formal con fines de atesoramiento colocaba a la adquisición de autos como una buena forma de orientar los ahorros en bienes con un alto contenido de divisas”, puntualiza el reporte.
Para la consultora “con la posibilidad que existe de ahorrar parte de los ingresos declarados en dólares adquiridos en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), los vehículos automotores dejaron de ser ese catalizador que constituyeron hasta fines de 2013”. Ciertamente, ese año había marcado un récord de ventas ante la imposibilidad de canalizar los ahorros en moneda extranjera o algún otro bien, por lo que los pesos fluían hacia un producto con un fuerte componente importado como el de la industria automotriz.
“Consecuentemente, si bien las ventas actuales pueden captar problemas asociados a restricciones en la oferta de vehículos (que se traducen en un encarecimiento de alrededor de 10% en términos de salarios), esta 'sábana corta' que es la oferta de divisas termina penalizando actualmente la venta de autos 0km como en julio de 2013 lo hacía con la posibilidad de atesorar en moneda extranjera”, diagnostica AMF.
Es decir, así como antes se penalizaba la compra de divisas, ahora se penaliza la compra de autos por las razones antes descriptas. Lo que llevó a que se dispare la compra de “dólar ahorro” autorizada por la Afip en base a los ingresos de los contribuyentes.
En ese sentido, en los dos primeros dos días hábiles de agosto de este año, se compraron más divisas por esta vía que en todo agosto del año pasado. En julio, se demandaron U$S680 millones, más de tres veces más que en el sétimo mes de 2014.
“Consecuentemente, los U$S680 millones adquiridos por los particulares en julio pasado con fines de atesoramiento, no constituyen ni más ni menos que la contratara de un esquema que otrora propició el aumento de las ventas internas de las automotrices (alimentando entonces el desequilibrio sectorial hasta alrededor de U$S8.000 millones anuales) y actualmente otorga la posibilidad de ahorrar directamente en divisas a un ritmo que estimativamente 'consumirá' U$S 6.000 millones durante el ejercicio en curso”, detalla el documento.
Al ser deficitario, el sector automotriz demanda una mayor cantidad de divisas en la medida en que se incrementa la producción. Por eso el gobierno devaluó y fijó un impuesto específico para el rubro, cuando se había disparado la compra de autos como una manera de refugiarse ante la inflación. En simultáneo, se abrió la ventanilla del "dólar ahorro" para frenar la suba del blue: así, Cristina prefirió que haya más billetes verdes para atesorar que para la producción.
“Esto explica las razones por las que las ventas de 0km no recuperan los niveles de hace dos años atrás, en tanto que el dólar ahorro supera mes a mes sus marcas”, concluye el informe.