Una leyenda de la provincia de Jujuy habló en exclusiva con Periódico Lea.
Su vida, el deporte y un futuro siempre ligado al viril deporte al que le dedica gran parte de su tiempo.
El experimentado púgil habló de todo un poco con nosotros una larga historia que comenzó desde muy chico y que hasta el día de hoy sigue apegado al boxeo, el deporte donde el ve como su vida.
“Comencé a bóxer a los 13 años sin autorización de mis padres, dos años mas tarde mi padre me dejó boxear bajo muchas reglas que yo acepté porque lo que mas quería en el mundo era estar dentro de un ring. Desde ese momento él se hizo cargo de mi carrera a pesar de ser limitado en aquel entonces. Si bien fue boxeador nunca se perfeccionó y únicamente tenía lo que había aprendido en su época de púgil. Esto me terminó perjudicando porque ocupó todos los campos que un boxeador necesita, como masajista, preparador físico entre otras cosas. Yo tenia un sueño y era el de ser campeón de mundo, desde que comencé con este deporte no tenia otro objetivo, yo renuncie a todo, al único que tenia era a mi padre a quien respete hasta el ultimo día de su vida, pero su sometimiento en el entrenamiento fue algo que me perjudicó mucho”.
En cuanto a sus peleas chingolito dijo “Yo nunca logré que tenia en mente, llegué a estar entre los 28 mejores boxeador en la entidad mas importante del mundo, pero no pude ser campeón, tuve muchas peleas, puse en KO a 26 personas, como así también caí en la lona varias veces, yo defino mi carrera con mucha pena y sin gloria. En el 94 llega una pelea después que yo había dejado por un tiempo el boxeo donde subí 11kl y mi padre acepta una pelea que era en pocos días en Buenos Aires donde quise ir siempre, él me dijo –vamos ahora o no vamos mas- yo lo amaba tanto a mi padre que acepté, tuve que bajar de peso todo lo que había subido en una semana, algo brutal donde fue agonizante para poder dar con la categoría. Esa pelea la perdí, pero yo no la recuerdo, solo se que perdí en el primer round. Desde ese momento se cayó mi carrera, psicológicamente arruinó mi vida, tuve una depresión muy grande donde quede solo en una habitación, los triunfos los compartí con todos, mis derrotas no las compartí con nadie, pero son cosas que pasan”.
Sobre su salida tras la depresión Ibáñez contó “Encontré una luz en mi vida donde empecé a ver las cosas de otra manera, donde de a poco volví a ver que es lo que tenia en mi entorno, entonces volví a entrenar, subí de nuevo al ring y desde ese momento que hoy mantengo mi vida ocupada casi en su totalidad, entreno, trabajo, estudio, trato de hacer bloques en los diferentes medios con respecto al boxeo de la provincia. Hoy colaboro dando una mano en donde sea, como ser juez o arbitro tratando de seguir insertado en esto que me apasiona tanto, guanteo con los chicos del gimnasio y además trato de motivarlos, entregándoles presentes, pequeño, grande pero para que los que vienen en camino tengan una cuota de confianza de mi parte, donde además a mi me produce una satisfacción muy grande”.
Por ultimo habló sobre el presente del boxeo jujeño “Jujuy estuvo huérfano de campeones por un espacio de varios años, la provincia siempre tuvo campeones argentinos. Este año apareció “Harry” Jurado donde viene haciendo las cosas muy bien con posibilidades de pelear por el titulo sudamericano e inclusive desde Europa ya pidieron el curriculum del púgil. Lo mismo pasa con la “pumita” Carabajal quien ya está entrenándose para su pelea confirmado del 11 de septiembre por el titulo nacional, donde la tentaron por un titulo mundial, entonces ya estamos mirando hacia otro lado, no solo en Argentina. Los boxeadores jujeños tanto de la provincia como los que se radicaron en Buenos Aires están en plena ebullición.