Tigres y Boca tiene varios aspectos en común: ambos equipos tienen azul y amarillo en sus camisetas, los dos quieren ver a River mordiendo el polvo de la derrota, y ahora también comparten lugar de entrenamiento.
El plantel mexicano arribó ayer a las 8.30 de la mañana a Buenos Aires para ultimar detalles de cara a lo que será el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América, a disputarse en el Monumental.
Durante su estadía en el país, los jugadores de Tigres entrenarán nada más y nada menos que en las instalaciones Xeneizes.
La dirigencia del club mexicano explicó que el pedido se basa en “la cercanía” del predio de Casa Amarilla con el hotel donde se hospedan.